El enfrentamiento entre las dos principales potencias mundiales, Estados Unidos y China, no se limita a las demandas comerciales. También se extiende a cuestiones más peligrosas, como el estatus político de Taiwán, la isla independiente que Beijing reclama bajo su órbita.
En un discurso que dio este sábado en el Shangri-La Dialogue de Singapur, el mayor foro sobre seguridad y defensa en este continente, el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, alertó sobre las ambiciones de China en el Pacífico.
“La amenaza que China plantea es real y puede ser inminente”, aseguró, para luego agregar que el gobierno de Xi Jinping está “preparando el uso potencial de la fuerza militar” para alterar el equilibrio de poder en Asia, una región que quiere “dominar y controlar”.
Hegseth agregó que las fuerzas chinas están mejorando sus capacidades, entrenando a diario, para invadir Taiwán. La declaración del secretario de Defensa de Donald Trump cayó muy mal en el gobierno chino, que es extremadamente celoso de su relación histórica con Taiwán.
“Estados Unidos no debe intentar utilizar la cuestión de Taiwán como baza para contener a China y no debe jugar con fuego”, declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores chino en un comunicado, y agregó que presentó una protesta oficial ante la parte estadounidense.
La embajada de China en Singapur, en tanto, condenó el discurso de Hegseth, asegurando que está “impregnado de provocaciones e instigación”.
El foro Shangri-La Dialogue reúne cada año a responsables de seguridad y defensa de todo el continente y del resto del mundo. Pero por primera vez desde 2019, China no envió a un alto funcionario.
El representante chino, el contralmirante Hu Gangfeng, denunció sin referirse directamente a Hegseth “acusaciones infundadas” destinadas a “sembrar problemas, crear divisiones, incitar a la confrontación y desestabilizar Asia-Pacífico”.
Roces. Las tensiones económicas y geopolíticas entre las dos mayores potencias del mundo se dispararon con el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, que impuso altísimos aranceles a los productos importados de China.
Aunque Beijing y Washington pactaron a mediados de mayo una tregua temporal a esta guerra arancelaria, las tensiones persisten no solo en el comercio, sino también en el a tecnología de punta y a la pugna por la influencia geopolítica en zonas como Asia-Pacífico.
En su intervención, el secretario de Defensa estadounidense aludió a los incidentes en el mar de China Meridional, donde asegura que Beijing “se apropió y militarizó ilegalmente” islas reivindicadas por Filipinas, y al caso de Taiwán, una isla de gobierno democrático propio que Beijing considera como parte de su territorio.
Prioritario para Washington. Desde Singapur, Hegseth llamó a los aliados asiáticos de Washington a incrementar el gasto militar. La región es un “escenario prioritario” para EE.UU., que está reorientando su estrategia para “disuadir la agresión de la China comunista”, argumentó.
Washington acentuó su cooperación con aliados tradicionales de la región, como Japón y Filipinas, y está reforzando sus intercambios militares con India, uno de los principales contrapesos regionales a China.
“Estados Unidos está orgulloso de estar de regreso al Indo-Pacífico y estamos aquí para quedarnos”, remarcó Hegseth, exponiendo la estrategia de Trump. Pero “los aliados de EE.UU. en el Indo-Pacífico deben y pueden aumentar rápidamente sus propios medios de defensa”, dijo el jefe del Pentágono, quien citó a Europa como ejemplo.