Donald Trump anunció que ofrecerá un incentivo de mil dólares a los inmigrantes que decidan "auto deportarse" y así regresar voluntariamente a su país de origen. Se trata de una medida que busca apuntalar el plan de deportaciones masivas que el presidente estadounidense prometió e implementó desde su retorno a la Casa Blanca el pasado 20 de enero.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) explicó que esta medida busca "facilitar el proceso de auto deportación" y aliviar los recursos necesarios para las expulsiones forzadas, que en ocasiones resultan ser costosas y logísticamente difíciles de ejecutar.
El programa, que se detalla a través de la aplicación CBP Home, ofrece no solo el pago de dinero, sino también asistencia de viaje para aquellos inmigrantes que deseen abandonar el país por su cuenta y evitar ser detenidos por Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
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En medio de la polémica por deportaciones erróneas, el gobierno norteamericano explicó que aquellos que se registren en la aplicación y regresen de forma voluntaria serán "despriorizados" para detención y deportación, lo que significa que su caso no será tratado con la misma urgencia que aquellos que se encuentren en procesos de expulsión activos.
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La nueva estrategia del DHS se basa en la idea de la "auto deportación", una opción que, según la istración, es más segura, económica y respetuosa con la dignidad de los inmigrantes. El proceso comienza cuando una persona indocumentada decide usar la aplicación CBP Home para notificar a las autoridades su intención de regresar a su país de origen. Una vez que la persona llega a su destino y se confirma su retorno, se le pagará el estipendio de mil dólares como parte del acuerdo.

En una declaración oficial, Kristi Noem, Secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, expresó: "Si estás aquí ilegalmente, la auto deportación es la forma más segura y económica de salir de Estados Unidos para evitar el arresto. Estamos ofreciendo asistencia financiera para los viajes y un estipendio para ayudar a los inmigrantes a regresar a su país de origen de manera voluntaria, sin los riesgos asociados con las deportaciones forzadas".
El gobierno también subraya que el uso de la aplicación CBP Home puede reducir significativamente el costo de las deportaciones. Según las cifras proporcionadas, el costo promedio actual de arrestar, detener y deportar a un inmigrante es de aproximadamente 17.121 dólares por persona. El DHS estima que, con la implementación de este programa, el costo por deportación se reducirá en un 70 por ciento, haciendo más eficiente el proceso y beneficiando tanto al gobierno como a los inmigrantes.
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La medida refleja un enfoque más pragmático para abordar uno de los problemas más complejos de la política migratoria estadounidense. Desde que asumió la presidencia, Trump centró su mandato en el endurecimiento de las políticas migratorias, con un énfasis particular en la deportación de millones de inmigrantes indocumentados. Sin embargo, estos esfuerzos resultaron en un gran gasto de recursos públicos, incluyendo miles de millones de dólares destinados a la detención y expulsión de inmigrantes.
En este contexto, el programa de auto deportación surge como una alternativa que, según la istración, aliviaría la carga financiera y operativa relacionada con las deportaciones masivas. Además, el incentivo de mil dólares no solo tiene un valor simbólico, sino que también pretende ofrecer a los inmigrantes una opción "más accesible y menos peligrosa" que esperar por una deportación forzada.

Críticas y controversias
A pesar de los argumentos favorables a la medida, el programa ha generado una serie de críticas tanto dentro como fuera de los Estados Unidos. Activistas de derechos humanos y organizaciones defensoras de los inmigrantes han expresado su preocupación de que la oferta financiera pueda presionar a los inmigrantes vulnerables, quienes, debido a la falta de opciones, puedan sentirse forzados a tomar decisiones precipitadas y regresar a países con altos niveles de violencia o inestabilidad política.
"Un estipendio de mil dólares no es suficiente para garantizar un retorno seguro y digno. Muchos inmigrantes se verán atrapados en una situación donde la 'auto deportación' podría parecer la única opción viable, a pesar de los riesgos que conlleva", señaló un portavoz de la organización Amnistía Internacional.
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Además, algunas voces en el Congreso estadounidense cuestionaron la moralidad de esta estrategia, sugiriendo que podría estar dirigida más a hacer de la inmigración un tema electoral que a ofrecer soluciones reales y humanas a los problemas migratorios. "Es una forma de eludir la responsabilidad de una reforma migratoria integral", dijo la congresista demócrata Nancy Pelosi en una conferencia de prensa, añadiendo que el programa no aborda las causas subyacentes de la migración ni la necesidad de un sistema migratorio más justo y accesible.
A pesar de las críticas, el programa ya comenzó a mostrar algunos resultados. Según el DHS, un inmigrante de Honduras fue el primero en aprovechar el nuevo sistema y regresó a su país con la ayuda de la asistencia financiera proporcionada por el gobierno estadounidense. No obstante, la efectividad a largo plazo del programa dependerá de varios factores, incluyendo su adopción por parte de los inmigrantes, la capacidad del gobierno para implementar la aplicación CBP Home de manera eficiente, y la respuesta de las autoridades locales en los países de origen.
CD