Los adultos mayores que socializan más cuentan con más posibilidades de disfrutar de una vida más prolongada, según un informe publicado en la revista Journal of the American Geriatrics Society.
Los resultados arrojaron que la participación social alta y moderada redujeron el riesgo de muerte en un 42% y un 47% en comparación con la baja sociabilidad. Los investigadores siguieron a casi 2.300 estadounidenses a partir de los 60 años, los cuales participaron de un estudio continuo sobre la salud y la jubilación. Todos ellos completaron cuestionarios para rastrear sus estilos de vida, y los resultados demuestran que mantenerse sociable ralentiza el envejecimiento biológico.
En ese contexto, la participación social entre las personas mayores se asocia directamente con un riesgo más bajo de muerte, en comparación con las personas mayores que son solitarias, de acuerdo a los resultados obtenidos en la investigación realizada.
Cabe destacar que dicho compromiso social incluye interactuar con otros, participar en grupos deportivos o de pasatiempos, llevar adelante obras de caridad y otras actividades.
"Mantenerse socialmente activo es más que una elección de estilo de vida. Está estrechamente vinculado con un envejecimiento y una longevidad más saludables", señaló Ahsraf Abugroun, investigador principal y profesor de la Universidad de California.