Kim Kardashian declaró este martes 13 de mayo en el juicio por el millonario robo que sufrió en París en 2016, cuando se alojaba en un hotel y sufrió un violento asalto de parte de un grupo de personas. Ante el tribunal, la modelo y empresaria estadounidense expresó que temió por su vida cuando los ladrones irrumpieron en la habitación y la amenazaron y ataron a punta de pistola, aunque aceptó las disculpas del principal acusado y lo perdonó "a pesar del trauma".
La estrella de reality shows, hoy de 44 años, habló ante la corte con lágrimas en los ojos y contó cómo vivió aquella noche en la que se encontraba en la capital sa por la Semana de la Moda y cinco hombres armados y disfrazados de policías entraron Hotel de Pourtales, la amenzaron y ataron y se llevaron sus joyas, valuadas en casi 10 millones de dólares.
Murió uno de los principales sospechosos del robo millonario a Kim Kardashian en París
"Quiero dar las gracias a todo el mundo, en especial a las autoridades sas, por permitirme testificar y contar mi verdad. Estaba segura de que iba a morir esa noche", comenzó diciendo Kardashian al inicio de su comparecencia. En ese sentido, reveló que les suplicó a sus agresores por su vida y les pidió por su familia. "Les dije, 'pueden llevarse todo, pero tengo que volver a casa, tengo bebés, por favor'", añadió.
La socialité norteamericana, una de las hijas del fallecido abogado Robert Kardashian y la empresaria Kris Jenner, relató que escuchó fuertes pisadas cuando estaba descansando en el cuarto y vio a varias personas, sobre quienes pensó que eran policías. Allí señaló que uno de los asaltantes empezó a gritar varias veces la palabra "ring", anillo en inglés, hablando con un fuerte acento francés.

"Al principio no entendí que se refería a mis joyas", expresó, pero la modelo después dijo que los ladrones enmascarados encontraron el anillo de diamantes de 3,5 millones de euros que le había regalado por su compromiso el rapero Kanye West, que era su esposo en ese entonces.
"Estaba segura de que iban a violarme"
"Vine a París para la Semana de la Moda y esta es una ciudad que siempre ha sido un lugar que me encanta", comentó Kim durante otra de sus intervenciones. Dentro del tribunal, ubicado en el centro de la capital sa, las cámaras estaban alineadas a lo largo de decenas de metros en el pasillo reservado a los medios de comunicación, que han definido el caso como el "Robo del Siglo".
Kim Kardashian confesó que estaba muy asustada e incluso pensó que los delincuentes iban a violarla. "Estaba segura de que iban a dispararme o a violarme, así que recé por mi familia", afirmó.
La audiencia judicial, que comenzó a fines de abril pasado, es presidida por el Juez David De Pas y juzga a nueve hombrs y una mujer por "robo, secuestro y amenazas con armas de fuego" contra la megaestrella estadounidense y el conserje del edificio. La edad entre los imputados ronda actualmente entre los 70 años, por los que han sido denominados mediáticamente como "Los Abuelos Ladrones".

Aomar Ait Khedache, conocido como "el viejo Omar", de 68 años, itió haber atado a Kardashian, pero niega ser el cerebro detrás del golpe. Por su parte, el ex boxeador Didier Dubreucq, apodado "Ojos azules", recibió las autorizaciones del tribunal para ausentarse debido a que está atravesando un tratamiento de quimiterapia; y otro sospechoso, Yunice Abbas, de 71 años, escribió un libro sobre el robo.
Kim Kardashian a Khedache: "Lo perdono"
Khedache, que según sus abogados ya no puede hablar debido a problemas de salud, dijo a Kardashian en una carta que se leyó en el tribunal, que "lamenta lo ocurrido" y pidió que lo disculpara. "Lo perdono por lo que pasó, pero eso no cambia la emoción, los sentimientos, el trauma y la forma en que mi vida cambió. Gracias por la carta", manifestó la empresaria.
Por último, la influencer se largó a llorar mientras ocurría la lectura del escrito. "Yo deseaba tanto ser abogada y luchar por las personas... Siempre he creído en las segundas oportunidades", concluyó.
Según la acusación, los sospechosos eran "todo un equipo" que tenían sus roles bien aceitados y eran conscientes de la presencia de Kardashian en Francia debido al seguimiento de sus redes sociales y una inteligencia previa para conocer donde iba a alojarse. "De todas formas cometieron algunos errores, como dejar rastros de ADN que permitieron su identificación", sostuvo Michel Malecot, uno de los investigadores.
FP/ff