En medio del conflicto entre el sector más duro del kirchnerismo y La Cámpora con el gobernador Axel Kicillof y varios intendentes peronistas, por el desdoblamiento electoral en la provincia de Buenos Aires anunciado para el 7 de septiembre, Cristina Kirchner confirmó que competirá como candidata a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral.
"La Tercera", como es conocida en el ámbito político, es una de las ocho secciones electorales en las que se divide la provincia y se destaca por ser el núcleo fuerte del peronismo. En esa región se renovarán 18 escaños en la Legislatura provincial.
La sección comprende los partidos del sur del conurbano bonaerense, además de La Matanza. A lo largo de los últimos 39 años, se mantuvo como el bastión peronista incluso durante los traspiés electorales del kirchnerismo en 2013, 2015, 2017, 2021 y 2023. El peronismo, bajo diversas denominaciones, sólo fue derrotado en esta sección en el año 1997, en los años de la declinación del menemismo.
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Desde el punto de vista geográfico, está integrada por 19 municipios y concentra cerca de 5 millones de votantes, de los cuales aproximadamente un tercio (1.660.000) están en La Matanza y Lomas de Zamora. En la mayoría de estos distritos gobiernan intendentes peronistas, desde sectores ortodoxos hasta La Cámpora, con circuitos donde superan el 70% de los votos, mientras sus competidores apenas alcanzan el 15%.
Además de La Matanza y Lomas de Zamora, el peronismo gobierna en Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela y Quilmes. En 2023 también logró recuperar Lanús con Julián Álvarez, integrante de La Cámpora.
Fuera del núcleo del conurbano, pero aún dentro de la Tercera, también se encuentran Berisso, Cañuelas, Ensenada, Presidente Perón, Punta Indio y San Vicente. En 2023, la agrupación que lidera Máximo Kirchner volvió a ganar Brandsen. Toda la sección se encuentra bajo istración peronista, salvo Lobos, que permanece en manos de Juntos por el Cambio, y Magdalena, gobernada por un radical.
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Estos comicios serán inéditos para los bonaerenses, ya que por primera vez las elecciones se desarrollarán en forma desdoblada. El 7 de septiembre se elegirán cargos provinciales mediante la tradicional lista sábana. En cambio, los cargos nacionales –en los que la provincia elegirá 35 diputados nacionales– se votarán utilizando por primera vez la Boleta Única de Papel (BUP).
Cristina Kirchner señaló reiteradamente que desdoblar las elecciones es un error y usa como ejemplo lo sucedido con Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires. En cambio, el entorno de Kicillof sostiene que la simultaneidad se volvió inviable desde el momento en que la BUP fue implementada para cargos nacionales, lo que obligaba a utilizar dos urnas, una situación inédita en la provincia.
Los números del peronismo en la Tercera Sección Electoral
Al analizar los resultados, la Tercera Sección aparece como un refugio histórico del peronismo: desde 2005, es la región del conurbano donde el kirchnerismo siempre ganó. Ese año, Cristina Fernández de Kirchner logró un 45% frente al 18% de Hilda "Chiche" Duhalde en la elección al Senado Nacional.
El perfil de trinchera se consolidó en 2009, cuando Néstor Kirchner perdió en toda la provincia ante Francisco De Narváez, pero logró imponerse en la Tercera con el 40% contra el 32%.
En 2013, pese a la irrupción del Frente Renovador de Sergio Massa, fue Martín Insaurralde, entonces intendente de Lomas de Zamora, quien se llevó la victoria en la Tercera con el 41% frente al 39% de Massa, aunque este ganó en la Provincia. Como suele ocurrir, los resultados para cargos nacionales se replicaron a nivel seccional.
En 2017, aunque Cristina Fernández de Kirchner, desde Unidad Ciudadana, perdió por cuatro puntos contra Esteban Bullrich de Cambiemos a nivel provincial, en la Tercera la historia fue diferente. En pleno auge del macrismo, la ex presidenta consiguió un 44% (1,5 millones de votos), mientras Bullrich quedó con el 35%.
Otro dato que evidencia el peso peronista en la región es que sólo en tres oportunidades desde 1987 el espacio obtuvo menos de un millón de votos: en 1991, 2001 y 2003.
En 2019, el peronismo batió su propio récord al alcanzar los 2.100.760 votos, y superó por primera vez la barrera de los dos millones, asegurándose el 40% de los votos que llevaron a Axel Kicillof a la gobernación.
Pese a una nueva derrota provincial en 2021, en la Tercera volvió a imponerse con más del 45%. En la última elección, el peronismo cosechó más del 50%, mientras que La Libertad Avanza quedó segunda con el 22,79%.
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Los intendentes de la sección responden a diferentes corrientes peronistas: Fernando Espinoza en La Matanza representa una línea más ortodoxa; Mayra Mendoza en Quilmes es parte de La Cámpora; y Juan José Mussi en Berazategui lidera un peronismo más tradicional. Hoy, el espacio está dividido entre quienes respaldan a Kicillof y quienes se alinean con Cristina y Máximo Kirchner, titular del PJ bonaerense.
Desde el retorno de la democracia, el peronismo solo perdió en tres elecciones en la Tercera Sección: 1983, 1985 y 1997. En esta última, la Alianza se impuso a nivel provincial y, en la Tercera, Hugo Guerrieri venció al peronista Osvaldo Mercuri por apenas 59.828 votos: 1.081.014 contra 1.021.186.
A diferencia de la Primera Sección Electoral (Norte y Oeste del GBA), los jefes comunales peronistas resistieron al proyecto duhaldista “Génesis 2000”, que proponía dividir municipios. Así, el peronismo mantuvo el control, salvo la creación del partido de Ezeiza en 1995, gobernado desde entonces por Alejandro Granados.
Los circuitos electorales de mayor diferencia en La Tercera
En el partido de La Matanza, la localidad de González Catán se divide en dos circuitos electorales. En 2017, en pleno auge de Cambiemos, Cristina Kirchner –como candidata de Unidad Ciudadana– obtuvo el 60,65% (44.024 votos) en el principal circuito, mientras Esteban Bullrich alcanzó el 20,58% (14.944 votos).
Dos años después, con el Frente Renovador ya integrado al Frente de Todos, el mismo circuito profundizó la diferencia a favor del peronismo: 73,31% (57.977 votos) frente al 15,31% (12.115 votos) de Juntos por el Cambio.
En Virrey del Pino, otra localidad matancera, el Frente de Todos superó el 77% en su circuito más poblado en 2019, mientras que JxC apenas llegó al 11%. Estas diferencias también se observan en otros municipios de la región.
En Almirante Brown, en el circuito del barrio San José, Mariano Cascallares –hoy candidato a primer diputado provincial por la Tercera– logró el 70,55% en 2019 para el cargo de intendente. Juntos por el Cambio alcanzó un 18,18%.
Para este año, la atención está puesta en Lomas de Zamora, especialmente en el circuito 583, el más extenso del municipio, que abarca zonas como Ingeniero Budge, Villa Albertina, Fiorito y Villa Centenario, donde el peronismo suele dominar con amplitud.
En 2017, Unidad Ciudadana obtuvo allí un 58,32%, mientras que Cambiemos llegó al 22%. Dos años después, el Frente de Todos aumentó su ventaja: 72,83% contra 16,44%. Sin embargo, hubo cambios, y no por la pandemia.
La Cámara Nacional Electoral (CNE) decidió dividir el circuito en seis nuevos más pequeños. "En la mayoría de los casos de subdivisión el fundamento principal es que los electores puedan sufragar en cercanía al domicilio declarado en su último DNI. En el caso de Lomas de Zamora este fue el motivo primordial y también las dimensiones del circuito", explicaron desde la CNE.
El histórico "voto bronca" en La Tercera
Antes de la crisis del 2001, una elección legislativa fue marcada por lo que se conoció como el “voto bronca”: altos niveles de votos anulados, en blanco y baja participación.
Solo en La Matanza, el distrito más poblado del país, de 545 mil votos emitidos, 110.164 fueron anulados o en blanco (58.669 anulados y 51.496 en blanco), lo que los habría ubicado como segunda fuerza, detrás del PJ, que reunió 194.338 votos.
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En toda la Tercera Sección, el Partido Justicialista obtuvo 805.107 votos. Si se suman los 5.903 votos de Progreso Social y los 91.634 de la UCeDé, la lista encabezada por Osvaldo Mercuri alcanzó un total de 902.634 sufragios, el 46,43%.
El segundo lugar fue para los votos anulados, que superaron tanto a los blancos como a los obtenidos por la Alianza, entonces partido gobernante. Los anulados llegaron a 303.610, los blancos sumaron 239.546 y la Alianza quedó en cuarto lugar con 223.712 votos.
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