La investigación sobre el crimen familiar en el barrio porteño de Villa Crespo continúa avanzando y los investigadores siguen analizando la escena para esclarecer las circunstancias en las que murieron Bernardo Seltzer, Laura Legizamón y sus hijos, Iván e Ivo. En las últimas horas se conocieron los primeros resultados de las autopsias de los cuerpos, que confirmarían que la mujer fue la autora de las muertes, y en el departamento se encontraron antidepresivos y antipsicóticos.
Leguizamón, quien estaba hace meses con tratamiento psiquiátrico, habría asesinado a su esposo -un exitoso analista del mercado de granos de 53 años-, a los adolescentes, y después se habría quitado la vida. Así se desprende de la necropsia a los cuatro cuerpos que realizaron los peritos, que también destaca que los chicos intentaron defenderse y sufrieron más heridas cortopunzantes que su padre.
“Primero mata al marido, luego va a la pieza. Los nenes dormían en cuchetas y uno sale corriendo herido y lo termina rematando en el comedor, mientras que el otro hijo quiere correr a la pieza y lo mata en el pasillo”, comienza diciendo el estudio al que tuvo la agencia Noticias Argentinas. El estremecedor crimen intrafamiliar sucedió en la madrugada del miércoles, en el inmueble ubicado en un edificio de la calle Aguirre.
Tal como habían informado fuentes policiales a este medio, los dos menores presentan lesiones punzantes en la espalda y otras de carácter defensivo. Respecto al hombre, cuyo cuerpo fue encontrado por la empleada doméstica acostado en la cama de la habitación matrimonial, fue asesinado mientras dormía.
Sobre las heridas, constataron que Bernardo presentaba tres puñaladas, mientras que los menores de edad recibieron por lo menos entre 10 o 12 cuchilladas. Otro de los datos que dio a conocer el estudio fue que al parecer la mujer utilizó dos armas blancas, pero la que tenía mayor cantidad de sangre era de una hoja muy ancha. Así se constató en la autopsia mediante las heridas detectadas.
En relación a las heridas que tenía Leguizamón, "tenia una lesión grande en el pecho", que se habría hecho ella misma, "además tenía lesiones autoinferidas en las muñecas. También se observó "en el cuello una uña clavada que fue retirada y podría ser de uno de sus hijos", mientras que "tenía pelos en las manos o pelusas mezcladas con pelos".
Por este motivo, las manos de los integrantes de la familia fueron preservadas para hacer más exámenes. Los peritos presumen que se trata de un rasguño de uno de los menores, por lo que en las próximas horas habrá un cotejo de ADN.
Sobre cómo se habría suicidado la mujer, un hecho que había generado varias dudas, se explicó que "fue a la habitación, se acostó al lado del marido, se dio los cuchillazos, se arrastró y murió en el baño”, lugar en el que fue encontrada por la trabajadora, que ingresó al hogar a las 13.30 horas y, tras dar con los cuerpos, dio aviso a la Policía.
Los medicamentos encontrados en la escena
Durante otros procedimientos que se llevaron a cabo en la escena del hecho, los oficiales secuestraron diferentes medicamentos: una caja vacía sin blíster, de sertralina rospaw 50 mg; una caja midax 10, olanzapina 10 mg, conteniendo dos blíster con siete pastillas y un blíster con cinco pastillas. El primero de ellos se utiliza para tratar la depresión, mientras que el otro puede darse como un antipsicótico (pacientes con distintos trastornos) o un hipnótico (para quienes tienen problemas para dormir).
La propia hermana de la mujer confirmó a las autoridades que desde hacía al menos dos meses había empezado un tratamiento y la empleada que halló los cadáveres dijo que días atrás “estaba distinta” y que al parecer "había dejado de tomar la medicación". Esta información no es suficiente para determinar su diagnóstico, por eso buscan comunicarse con el psiquiatra que la atendía.
Con nuevas pericias a la carta que fue vista en la mesa del comedor, se indicó que fue redactada después de los crímenes y que por ese motivo tenía manchas de sangre. “Todo mal fue mucho. Los amo. Mal, perverso", fueron algunas de las palabras que se logran leer en el escrito realizado en una hoja A4. La misma estaba escrita de forma incoherente con letra imprenta, cursiva y casi ilegible.
La investigación está en manos del fiscal César Troncoso, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional nº5, mientras que en el caso intervino la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y la Policía Científica.
FP/EM