El caso de la familia Seltzer, cuyos cuatro integrantes fueron encontrados muertos dentro de su departamento del barrio porteño de Villa Crespo, generó conmoción desde el primer momento. Después de que los cuerpos fueran hallados por la empleada doméstica, la Policía comenzó a investigar el hecho como un posible crimen intrafamiliar seguido de suicidio y con el correr del tiempo las primeras pesquisas se fueron inclinando hacia la madre como posible autora de las muertes de su esposo y sus hijos.
Las personas que murieron fueron identificadas como Bernardo Adrián Seltzer, de 53 años, sus hijos Ian e Ivo, de 15 y 12 años, y su esposa Laura Fernanda Leguizamón, de 51. La conclusión de que la mujer es la principal sospechosa, una teoría aún preliminar, fue tomada por las autoridades a raíz de diferentes elementos y se cree que pudo haber sufrido un brote psicótico. Asimismo, se encontró una carta en el comedor donde expresaría la situación que estaba viviendo y se leen palabras como "fue mucho" y "muy perverso".
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En ese contexto, las principales pistas apuntan a establecer a qué hora ocurrieron los asesinatos, de qué manera y en qué partes del inmueble se hallaron los cadáveres, analizar el arma homicida y los resultados que vayan arrojando las pericias sobre el texto manuscrito, el celular de Leguizamón y distintas publicaciones que realizó la familia en las redes sociales.
Además, un vecino de la familia dialogó con las autoridades y comentó que escuchó gritos durante la madrugada, mientras que también se investiga si el psiquiatra que atendía a la mujer tendría o no alguna responsabilidad en relación a si el tratamiento de salud mental que estaba realizando era el que necesitaba.
Bernardo Seltzer se dedicaba al mercado de granos y asesoraba a una de las más importantes empresas de ese rubro, además de haber incursionado en inversiones inmobiliarias. Sus hijos estudiaban en una reconocida escuela secundaria en el barrio de Almagro.
La División Homicidios de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires tomó intervención mientras la Policía Científica realiza los peritajes correspondientes, al tiempo que la causa está en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional nº5, a cargo de César Troncoso.
El hallazgo de los cuerpos y las heridas
El departamento de la familia se encuentra en un edificio ubicado en la calle Aguirre, y sus cuerpos fueron encontrados por la empleada doméstica, cuyos días de trabajos eran los lunes, miércoles y viernes. Según señalaron fuentes del caso a este medio, ella ingresó a las 13.30 y vio que uno de los adolescentes yacía sin vida y ensangrentado en un pasillo que da al comedor.
Luego encontró los cadáveres del hermano, que estaba en su habitación, y de la madre, a quien vio en el baño. Por último halló al padre, que estaba acostado en la cama del cuarto matrimonial con diferentes heridas en su pecho.
Los investigadores estiman que habría sido atacado mientras dormía, y aunque el cuchillo estaba en ese lugar, la hipótesis indica que probablemente Laura se habría apuñalado a la altura del corazón y lo dejó allí; para luego dirigirse a la zona de la casa donde fue encontrada por la trabajadora.
"La madre tenía una herida en el corazón, pero no presenta heridas defensivas. El padre estaba muerto en la cama, con varias heridas. Los chicos fueron sorprendidos en sus habitaciones. Uno murió en la pieza y el otro en un pasillo, presumiblemente huyendo. Ellos tenían lesiones en la espalda y heridas defensivas", precisaron a PERFIL.
La hora de los fallecimientos
Este medio pudo reconstruir que el hecho habría ocurrido alrededor de las 6 de la mañana, comenzando posiblemente unos minutos antes. Un vecino declaró que escuchó algunos movimientos y gritos, pero manifestó que como duraron poco tiempo no se le ocurrió llamar a la Policía.
Más tarde, en declaraciones a la señal C5N, una de las personas que vive en el edificio de Villa Crespo manifestó el dolor por todo lo ocurrido, y comentó que tenía cercanía con la familia Seltzer. ”Estoy sorprendido con lo que pasó. Yo no sabía nada hasta que me llamó mi esposa a contarme lo que pasó. Eran unos vecinos hermosos"
"Siempre estaban bien predispuestos. A veces yo llevaba a sus hijos al colegio o a veces él llevaba a mi hija. Como no lo vi en punto abajo a la mañana pensé que se habían quedado dormidos y me fui para la escuela", comentó. También trascendió que la última conexión de uno de los integrantes de la familia en un chat vecinal de Whatsapp fue a las 18.30 del martes, día anterior a que fueran hallados sin vida.
Posible crimen intrafamiliar
El crimen intrafamiliar es la línea investigativa con mayor fuerza, ya que actualmente se descarta que terceras personas hayan ingresado al departamento con intenciones de robo y los hayan asesinado. "En el lugar hay dos puertas blindadas, y las dos estaban sin signos de violencia", sumaron a este medio.
También destacaron que "las cosas no estaban revueltas en el hogar, y tampoco se registraron elementos faltantes". En esa línea, los investigadores levantaron de la escena del crimen el cuchillo con el que se habrían producido los ataques y una carta que se cree que habría escrito la mujer.
La carta manuscrita
En medio de la terrible escena en el departamento se halló una hoja A4 con sangre, letra imprenta, cursiva y casi ilegible. “Todo mal fue mucho. Los amo. Mal, perverso", es una de las frases que se identificó en el papel. A su vez, otro dato relevante que aparece fue un “garabato” que representaría el patrón de contraseña de alguno de los celulares.
La misma ya está siendo peritada para poder comprobar si fue redactada por la propia Leguizamón o por alguna de las víctimas antes de ser asesinadas, aunque todo señala que sería la primera opción. "La carta estaba en la cocina y parece escrita por alguien que no estaba en sus cabales. Las letras son muy dispares", mencionaron.
Antecedentes psiquiátricos
Todo apuntaría a que Leguizamón, que estaba con tratamiento psiquiátrico, habría asesinado a Bernardo y luego a sus dos hijos adolescentes. Después, se quitó la vida. Por este motivo, existen dudas sobre si el profesional que la evaluaba podría llegar a tener cierta responsabilidad en el caso si se comprueba que la acusada no recibía la atención correspondiente, algo que por el momento se descarta.
La propia hermana de la mujer confirmó a las autoridades que desde hacía al menos dos meses había empezado un tratamiento y hasta la propia empleada que halló los cuerpos dijo que días atrás “estaba distinta” y que al parecer "había dejado de tomar la medicación".
En tanto, se hizo un análisis de las publicaciones que la acusada subía en sus redes. Se trataba de una persona muy activa en el mundo virtual, y en su cuenta de Instagram subía diferentes imágenes de sus viajes familiares y hasta contenido de causas policiales resonantes del país, como el crimen de la pequeña Kim Gómez -la niña de 7 años que murió en La Plata tras ser arrastrada por dos ladrones después de que le robaran el auto a su mamá-.
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Con casi 2.500 publicaciones y más de 1.600 seguidores, el último posteo de Leguizamón son fotos de un viaje que hizo en marzo de este año con sus dos hijos y sus padres a la ciudad balnearia de Mar del Plata. “Un Mardel exprés. Se activó. Se canceló. Se cambió, se hizo lo que se pudo. Es lo que hay”, se lee en la descripción de esa publicación.
Otro de los escritos en redes que llamó la atención a las autoridades fue realizado a fines de febrero pasado y dice: "366 días al año con los chicos. 50 años. Y entera. Con sueño hace 15 años. Pero acá estoy. Firme junto al pueblo. Siempre les digo a mis hijos...Que bueno nací en Lanús y no me ahogo en un vaso de agua”.
Con las diferentes pistas y las pericias que se fueron realizando la investigación sigue su curso para esclarecer totalmente el caso, que inicialmente apuntaba a la presunta responsabilidad de Bernardo y luego se fue inclinando hacia su esposa. Ahora, se espera la autopsia de los cuerpos para obtener más pruebas.
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