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Ricardo Darín y los tuiteros de Milei: empanadas o pescado podrido

El Gobierno y su tropa de tuiteros y periodistas afines utilizaron el precio de las empanadas para ridiculizar a Darín y desviar el foco de la crisis económica. Con burlas virales y cobertura mediática alineada, evitaron hablar de salarios congelados, ajuste y pérdida del poder adquisitivo.

Luis Majul, Cristina Pérez y Esteban Trebucq
Luis Majul, Cristina Pérez y Esteban Trebucq | Collage

“Tres empanadas”. La frase, icónica por la película Esperando la Carroza, tomó este fin de semana una vigencia inesperada. Todo empezó el sábado, cuando Ricardo Darín, invitado al programa de Mirtha Legrand, expresó su preocupación por la situación económica del país: “48.000 pesos la docena de empanadas”, lanzó el actor.

Y agregó “Hay algo que no me termina de cerrar. No comprendo de lo que están hablando. Hay gente que la está pasando muy mal. Muy mal”. Sus palabras, centradas en el alto costo de vida y la desconexión de las medidas económicas del Gobierno, desataron una reacción inmediata en las redes sociales, pero también en el oficialismo, que enseguida buscó desviar el debate hacia el precio de las empanadas, para así ignorar el mensaje de fondo: la crisis económica y social.

Al día siguiente, el ministro de Economía, Luis Caputo, salió al cruce en el programa La Cornisa, de Luis Majul: “Terrible lo de Darín. Una sorpresa. Es un tipo que aprecio. Y perdón por la sinceridad, pero me dio vergüencita ajena”.

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No conforme, avanzó: “Se quiso hacer el nacional y popular y dijo una estupidez que todavía lo están gastando en las redes”. Caputo relativizó la cifra mencionada, y sugirió que Darín habría comido en un local exclusivo: “Quedate tranquilo, Ricardito, que la gente come empanadas ricas por $16.000”.

El presidente Javier Milei también se sumó a la campaña, y compartió en sus redes sociales una imagen de Darín con una “empanada de oro”, ridiculizando al actor.

Meme Darín |Milei

El conflicto de las empanadas parecía no tener fin, y este lunes, Darín respondió. “No es una metáfora, pero es una referencia, nada más. Por supuesto que hay empanadas que cuestan menos, averigüé y también hay unas que cuestan más, pero eso es anecdótico. No es lo que importa. Que los precios están elevadísimos eso es una realidad, lo vemos todos”.

Y agregó: “Que enseguida salgan a atacarte me parece grave. No es discutible que los precios están elevadísimos. Después, que estemos todos dispuestos a aguantar, a esperar, a ver cómo siguen las cosas, es otro tema. Pero no te podés hacer el tonto y mirar para otro lado”.

Meme Darín

La usina tuitera del Gobierno, respaldada por periodistas afines como Luis Majul, Cristina Pérez —esposa del ministro de Defensa, Luis Petri— y Esteban Trebucq, entró en acción y amplificó la descalificación hacia Darín, centrándose en el precio de las empanadas y no en el costo de vida que el actor buscaba señalar.

En sendos actos paródicos, tanto Majul como Trebucq se encargaron de comprar empanadas para demostrar que la típica comida argentina, no cuesta el monto que el actor indicó en la mesa de Legrand.

Esta estrategia evitó abordar temas cruciales: los salarios estancados, las paritarias limitadas al 1% mensual, los jubilados que siguen cobrando un bono de $70.000 sin actualizar, y una inflación que, aún a la baja, continúa la erosión del poder adquisitivo.

Esta táctica de descalificación no es nueva. Emilio Monzó, exfigura clave del macrismo, definió este estilo político: “Este es un Gobierno que pretende ser una tiranía. Es burdo, es vulgar. El insulto tiene que ver con esto, es el tirano el que insulta. Para el tirano, y para personas como Milei, el otro no existe como tal, y eso es un tema de inmadurez

Meme Darín

La descalificación como forma de bullying político busca silenciar a quienes piensan diferente, como señaló el arzobispo Jorge García Cuerva en la homilía del Tedeum del 25 de mayo. “Hemos pasado todos los límites, la descalificación, la agresión constante, el destrato, la difamación, parecen moneda corriente”, comenzó el religioso.

Y remató, casi como dirigido al mismísimo presidente Milei y su tropa de comunicadores: “El Santo Padre León XIV decía a los representantes de los medios de comunicación hace unos días: La paz comienza por cada uno de nosotros, por el modo en el que miramos a los demás, escuchamos a los demás, hablamos de los demás; y, en este sentido, el modo en que comunicamos tiene una importancia fundamental; debemos decir ‘no’ a la guerra de las palabras y de las imágenes”.

Ricardo Darín le respondió al Gobierno por el precio de las empanadas: "El ataque es más grave que los aumentos"

La estrategia del oficialismo libertario vino acompañada de la obvia “acusación” hacía Darín de “kirchnerista”.

En ese sentido, otro soldado comunicativo del oficialismo, Jonatan Viale, afirmó que Darín “nunca habló en contra del kirchnerismo”, pero esto es falso. En 2011, Darín criticó a Cristina Kirchner por la manipulación de datos del INDEC y cuestionó la gestión económica, lo que generó una respuesta pública de la entonces presidenta. Este antecedente desmiente la narrativa oficialista que intenta encasillar a Darín como un crítico selectivo.

La obsesión por las empanadas de Darín es un ejemplo más de cómo el oficialismo, con el respaldo de sus comunicadores, instala debates estériles para evitar discutir la realidad: una economía que asfixia a los sectores más vulnerables.

En lugar de responder a las preocupaciones legítimas sobre el costo de vida, el Gobierno de Milei opta por el pescado podrido: una distracción que, como las empanadas, no alimenta, sino que desvía la mirada de lo que realmente importa.

NG/fl