La Corte Suprema de Brasil dio inicio este lunes al interrogatorio de los testigos citados por la Fiscalía General en el juicio penal contra el expresidente Jair Bolsonaro y siete de sus colaboradores. Están acusados de liderar un intento de golpe de Estado para impedir que Luiz Inácio Lula da Silva regresara al poder tras las elecciones de 2022.
Como parte de la causa, el juicio incluye la declaración de más de 80 testigos, entre ellas altos rangos de las fuerzas armadas, exministros, policías y funcionarios de inteligencia, presentados tanto por la Fiscalía como por la defensa de los acusados. Las audiencias están programadas para desarrollarse entre el 19 de mayo y el 2 de junio, y se llevan adelante en sesiones que combinan presenciales y por videoconferencia.
Los primeros en declarar fueron seis testigos, entre ellos los que se destacan los excomandantes del Ejército y de la Fuerza Aérea: el general Marco Antonio Freire Gomes y el brigadier general Carlos de Almeida Baptista Júnior. Ambos tienen un rol fundamental, ya que estuvieron en el centro de las reuniones donde, según sus testimonios, Bolsonaro expuso su plan para desconocer los resultados electorales.
Al presentar su testimonio, los excomandantes itieron haber participado en encuentros en los que Bolsonaro planteó la idea de usar “instrumentos jurídicos” para justificar una posible intervención militar. Este argumento buscaba deslegitimar la victoria de Lula y generar un escenario favorable para un golpe de Estado.
También, según el testimonio de Baptista Júnior, que está previsto que declare este miércoles, el general Freire Gomes llegó incluso a amenazar a Bolsonaro con arrestarlo si intentaba avanzar con esos planes golpistas.
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El líder de la derecha brasileña, inhabilitado para las elecciones de 2026, enfrenta hasta 40 años de prisión por intentar mantenerse en el poder tras perder frente a Lula en 2022. Bolsonaro ya está impedido de ejercer cargos públicos hasta 2030 por cuestionar sin pruebas el sistema de votación electrónica brasileño. Pese a esto, dijo en el portal de noticias Uol que una posible condena sería para él una “pena de muerte, política y física”.
A su vez, entre los posibles candidatos que podrían suceder a Bolsonaro en la escena política aparece con fuerza el nombre del actual gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, quien también está citado para declarar ante la Corte Suprema el próximo 30 de mayo, en calidad de exministro durante el gobierno de Bolsonaro.
De cara a lo que sigue, el juicio se extenderá durante los próximos meses, cuando los acusados también serán interrogados. Luego, la Fiscalía y las defensas presentarán sus alegatos finales, y finalmente los cinco jueces de la Corte Suprema, entre ellos el influyente magistrado Alexandre de Moraes, emitirán su voto para decidir si hay condenas.
Bolsonaro podría ir preso por liderar un intento de golpe en Brasil
El líder de la extrema derecha brasileña, inhabilitado para las elecciones de 2026, se expone a penas de hasta 40 años de prisión intentar mantenerse en el poder tras su derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva en 2022. Fue acusado en febrero por la Fiscalía General de Brasil por intento de golpe de Estado, abolición violenta del orden democrático, organización criminal armada, daño calificado y deterioro del patrimonio público.
Según un informe de más de 800 páginas elaborado por la Policía Federal, el expresidente lideró una organización criminal destinada a impedir la investidura de Lula. El plan golpista contemplaba medidas como la redacción de un decreto para justificar un estado de defensa y hasta la posibilidad de asesinar tanto a Lula como al juez Alexandre de Moraes, uno de los principales enemigos del bolsonarismo en el ámbito judicial.
Aún así, el complot no se habría concretado por la falta de apoyo de los altos mandos militares, que rechazaron la maniobra.
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También, la investigación lo vincula con los ataques del 8 de enero de 2023, cuando seguidores bolsonaristas irrumpieron violentamente en las sedes del Supremo Tribunal Federal, el Congreso y la Presidencia, en Brasilia. Su objetivo era provocar una intervención militar que impidiera el gobierno de Lula y devolviera el poder al capitán retirado del Ejército.
Bolsonaro, de 70 años, insiste en su inocencia y denuncia ser víctima de una "persecución política".
MVS/EM
