El dueño de Tesla y SpaceX, Elon Musk, anunció su salida del gabinete del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, donde se desempeñaba como asesor especial y tenía en mano la titularidad de la "motosierra" a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés).
Cuando el presidente estadounidense Donald Trump encomendó a Elon Musk reducir el gasto público, el hombre más rico del mundo se convirtió en un asesor omnipresente, hasta que esta semana dijo que daba por terminada su misión y que volvería a atender sus negocios.
Su renuncia, confirmada por la Casa Blanca, se produjo tras 130 días de controversias y reformas que sacudieron la istración estadounidense, con miles de despidos, que le valieron innumerables criticas. Según Musk, su tiempo en el cargo había llegado a su fin según lo previsto.

¿Saludo nazi?
Una de las polémicas más resonantes de Elon Musk fue el día de la investidura de Trump, el pasado 20 de enero. El jefe de Tesla, Space X y la red social X (ex Twitter), causó polémica al levantar dos veces el brazo derecho en el escenario, en un gesto calificado por políticos demócratas e historiadores como un saludo nazi.
En su red X, el multimillonario le restó importancia y hasta bromeó. "¡No digas Hess a las acusaciones nazis! ¡Hay gente que se traga cualquier cosa de Goebbels! ¡Deja de Goering a tus enemigos! Sus pronombres habrían sido He/Himmler", escribió en verso mencionando a nombres de destacados nazis junto a un emoticono de una cara llorando.
El hombre de la motosierra
Encargado de recortar el presupuesto federal al frente de una comisión para la eficiencia gubernamental llamada DOGE, Elon Musk blandió una motosierra el 20 de febrero en el escenario de una importante convención conservadora. Se la había regalado el presidente argentino Javier Milei, que también presume de referente de los recortes en el gasto público a nivel hemisférico.

Un alemán y un niño en el Despacho Oval
Días después, el 25 de enero, Musk se dirigió por videoconferencia a miles de simpatizantes del partido ultraderechista alemán AfD, en vísperas de las elecciones generales.
"Es bueno estar orgulloso de ser alemán. Luchad por un futuro brillante para Alemania", dijo.
El 12 de febrero el empresario defendió en el despacho oval sus brutales recortes en los servicios federales con su hijo de cuatro años sobre sus hombros y ante la mirada aprobadora de Donald Trump.
Mientras hablaba, el empresario intentaba distraer a "X", el hijo que tuvo con la artista Grimes. Acabó confiándoselo a una mujer presente en la sala.
Tesla en la Casa Blanca
En la primera reunión del gabinete, el 26 de febrero, Musk robó el protagonismo. Pero 10 días después, una nueva reunión provocó enfrentamientos entre el jefe de SpaceX y los secretarios de Estado, Marco Rubio, y de Transportes, Sean Duffy, por los recortes anunciados en los servicios federales, según los medios estadounidenses. "No hubo enfrentamiento, yo estaba allí", dijo Donald Trump.
Con Elon Musk a su lado, Donald Trump posó como promotor de vehículos Tesla en la Casa Blanca el pasado 11 de marzo.
La marca registró una importante caída en las ventas y muchos coches fueron vandalizados en las calles como consecuencia de la postura política de Musk.
Paradójicamente, Musk perdió una fortuna por las medidas arancelarias impuestas por propio Donald Trump. El dueño de Tesla, flamante funcionario de Trump y portavoz de su proclama "anti progresista", fue uno de los empresarios más afectados por la revuelta bursátil que generó la medida del presidente estadounidense.
A medida que el mercado de valores reaccionaba a las nuevas políticas comerciales, Musk se vio seriamente afectado, con una caída de sus acciones de Tesla que se tradujo en una pérdida de 11.800 millones de dólares en su patrimonio neto. Tesla, que junto a Starlink es el eje del negocio de Musk, continúa dependiendo de la cadena de suministro global, por los aranceles trumpistas impactaron fuertemente en su negocio.

Un "cretino" y millones para Wisconsin
En vísperas de elecciones para sustituir a un juez de la Corte Suprema del estado de Wisconsin, Elon Musk se volcó con el candidato conservador. Llegó incluso a ofrecer dos cheques de un millón de dólares a dos votantes el 27 de marzo. Pero ganó la candidata demócrata.
Después de que Trump impusiera fuertes aranceles a las importaciones, Musk contraatacó abogando por una "zona de libre comercio" entre Europa y Estados Unidos.
El 8 de abril, llamó públicamente "cretino" a Peter Navarro, asesor comercial de Trump y artífice de estas barreras aduaneras. Navarro había calificado a Tesla de "ensamblador" de coches fabricados con piezas procedentes de fuera de Estados Unidos. También se peleó con el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
"Decepcionado"
El 27 de mayo, más de cuatro meses después de la toma de posesión de Donald Trump, llegaron las primeras críticas de Elon Musk.
En una entrevista, el multimillonario dijo estar "decepcionado" por el proyecto de ley presupuestaria impulsado por el presidente. Considera que aumenta el déficit contra el que se supone que lucha DOGE. Un día después confirmó su salida del gobierno, tal y como estaba "previsto".
CD / Gi