El avance de la tecnología también impacta en los métodos de pago de las personas. Los pagos digitales representaron el año pasado el 66% de las transacciones a nivel mundial y se espera que crezca hasta el 79% para el 2030, en desmedro del uso de las tarjetas y del efectivo que en su conjunto fueron del 34% y, en cinco años, se espera ese valor disminuye hasta el 21%. En esa línea, Argentina es el país de la región que más utiliza las billeteras virtuales como método de pago. La tendencia del efectivo es hacia la baja, pero se espera no desaparecerá del todo. Es escaso el uso de criptomonedas como instrumento de intercambio para comprar productos.
Según se desprende del informe Global Payments Report de Worldpay, en 2024 las billeteras digitales representaron el 34% del valor de e-commerce y el 25% en puntos de ventas en Argentina. Los consumidores argentinos prefieren financiar las billeteras digitales con sus cuentas bancarias (29%), seguidas por las tarjetas de débito (25%), y luego las tarjetas de crédito (16%). La estimación del estudio proyecta que en 2030 el 48% de los pagos para las tiendas electrónicas se realizará en billeteras virtuales y el 39% en los locales físicos.
En el marco del resto de las transacciones digitales, en Argentina se destacó el pago cuenta a cuenta o también llamado A2A. “Los pagos de cuenta a cuenta experimentaron un fuerte crecimiento en los últimos años, impulsados por Transferencias 3.0, que utiliza códigos QR para facilitar los pagos entre comercios y titulares de cualquier billetera digital o aplicación bancaria móvil. Prevemos que A2A crecerá a una tasa anual del 12% en e-commerce y del 22% en los puntos de venta directo entre 2024 y 2030”, destacó el documento.
Luego, se espera que el uso de la tarjeta de crédito y débito descienda hacia adelante, como así también el efectivo. En el caso de las tarjetas de crédito, pasará del 27 al 18% para los comercios electrónicos y del 20 al 15% en las tiendas físicas. Para la de débito, pasará del 19 al 12%, y del 21 al 13%, respectivamente.
Cabe destacar que el estudio estimó en Argentina transacciones por todos los métodos de pago por un total de USD 27 millones en 2024 y prevé esa cifra ascienda a USD 40 millones en 2030 para el e-commerce. En el caso de los puntos de ventas representaron USD 257 millones el año pasado y USD 306 millones se proyecta para dentro de cinco años.
De esta manera, la Argentina se coloca como líder en la región en pagos con billeteras virtuales. El promedio de América Latina de pago con billeteras digitales en e-commerce fue del 22% el año pasado y se espera llegue al 29% para 2030. En cambio, este método de pago representó el 13% de las transacciones en puntos de ventas y se proyecta que incremente 10 puntos porcentuales en cinco años.
“Los últimos diez años fueron testigos de un cambio dramático impulsado por la adopción tecnológica, la aparición de fintechs y un panorama regulatorio en evolución. Durante ese tiempo, las billeteras digitales superaron a los métodos tradicionales como el efectivo y las tarjetas como los métodos de pago preferidos en Argentina”, comentó Juan Pablo D’Antiochia, gerente general en Latam de Worldpay.
El uso de billeteras digitales a nivel mundial se multiplicó por diez en diez años y alcanzará los USD 15,7 billones de dólares en valor de transacción en 2024, según el estudio que se basó en en una encuesta a 66.749 consumidores de más de 40 países y cinco regiones de todo el mundo.
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Criptomonedas: ¿sólo inversión o medio de pago también?
Si bien la adopción de criptomonedas es cada vez más frecuente, la utilización de la misma se limitó, por el momento, para las inversiones y el ahorro. Además, el uso de activos digitales como medio de transacción no logró impregnar aún.
En el caso de Argentina, durante el año pasado solo el 1% de las transacciones en e-commerce se realizó con criptomonedas, al igual que en Brasil. El documento estima que para el 2030, esa cifra crezca apenas al 2% en el caso argentino, un valor aún bastante marginal.
“Argentina es uno de los siete mercados en este informe donde las criptomonedas representaron un 1% del valor transaccionado de e-commerce en 2024, porcentaje que prevemos aumentará al 2% para 2030. Los consumidores argentinos recurren a las criptomonedas como un refugio contra la inflación y la depreciación de la moneda”, expresó el documento.
En el resto de los países de la región que participaron de la encuesta, los pagos con criptos fueron menores al 1%. Esta tendencia se replica en el resto del mundo, donde en ningún país las monedas digitales representaron más del 1% para pagar productos en el comercio electrónico.
Sin embargo, hacia adelante, el 51% de los consumidores están dispuestos a usar criptomonedas para pagar por contenido digital en el futuro, según señaló el informe de Worldpay.
El uso de efectivo: ¿un rey destronado, pero resistente?
A pesar de la tendencia casi indeclinable del mundo hacia la digitalización de los pagos, el uso de efectivo no desaparecerá, aunque se mantendrá en muy bajos niveles. A nivel global, en 2014, el efectivo representaba el 44% del gasto global en puntos de venta, pero para 2024, esta cifra se redujo al 15%, ya que la pandemia mundial de 2020 aceleró la transición a métodos de pago sin o.
Hacia adelante, el uso del efectivo continuará a la baja: el informe prevé que habrá una caída en una tasa anual del 2% en los próximos 5 años. El efectivo pasará del 15% del total de las transacciones en puntos de ventas físicos, de alrededor de USD 5,6 billones en 2024 al 11% en 2030, por debajo de los USD 5 billones en el valor de las transacciones totales.
“Sin embargo, el uso del efectivo se estabilizó ampliamente tras la pandemia en poco más de un 10%, tanto en Australia como en Canadá, Francia, Reino Unido y EE. UU. En 2024, el efectivo fue el principal método de pago en persona en Colombia, Indonesia, Japón, México, Nigeria, Perú, Filipinas, España y Vietnam. Incluso en mercados como los países nórdicos, que durante mucho tiempo se han considerado los más avanzados hacia una sociedad sin efectivo, prevemos un piso de uso del efectivo en torno al 4%, y solo Noruega estará por debajo de ese nivel (hasta el 3%) en 2030”, aclaró el estudio.
Y agregó: “El efectivo aún tiene defensores acérrimos, incluidos consumidores que buscan privacidad y un grado de anonimato, comercios que intentan reducir los costos de aceptación de pagos y gobiernos que buscan proteger a poblaciones vulnerables. Para algunos consumidores, el efectivo se siente más seguro y muchos prefieren el efectivo físico como una forma de istrar sus finanzas”.
En la Argentina, los pagos en efectivo en puntos de ventas pasó del 54% en 2019 al 25% en 2024. Y se espera que esa cifra sea del 16% para 2030.
“A pesar de que el efectivo está sufriendo un fuerte descenso en todo el mundo, las predicciones de ‘sociedades sin efectivo’ no se materializaron del todo, y notamos que el uso de efectivo alcanza un nivel relativamente estable, con un ritmo de descenso mucho más lento en comparación con los años posteriores a la pandemia mundial”, señaló D’Antiochia.
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