En entrevista con Canal E, el economista Martín Simonetta explicó cómo la inflación, el superávit y las reservas impactan en la estrategia del Gobierno de cara a las elecciones.
Inflación baja y valor simbólico
El dato de inflación de mayo será crucial para el oficialismo. “Se habla de 2%, 2.1 o 1.9%, que tiene especial valor para el Gobierno”, aseguró Simonetta, y agregó: “Va a ser la carta más fuerte que va a jugar el Gobierno en las elecciones”.
A pesar de las críticas por un posible atraso cambiario, “el dato de inflación va a ser muy relevante en términos de dar un dato concreto”, especialmente en un contexto donde la actividad muestra señales mixtas y la morosidad comienza a alertar.
Reactivación con inflación controlada
El verdadero desafío, señaló Simonetta, es “lograr esta reactivación junto con la baja de precios”. El modelo económico actual apunta a un reordenamiento general, donde “a algunos sectores les vaya muy bien, a otros más o menos y otros mal”.
Mencionó el caso de Tierra del Fuego como ejemplo de apertura económica, destacando que “la apertura a las importaciones es una herramienta para poner un techo a los precios”, aunque reconoció las dificultades: “El costo argentino, los impuestos y las leyes laborales hacen que producir en el país sea todo un desafío”.
Jubilaciones y riesgo fiscal
La reciente media sanción en Diputados para aumentar las jubilaciones mínimas preocupa al Ejecutivo. “El presupuesto de la ANSES representa la mitad del presupuesto del Estado Nacional”, afirmó el economista, y advirtió que “7 de cada 10 jubilados cobran la mínima, en un país donde la mitad de los empleados está en negro”.
Si bien el aumento aprobado no modificaría drásticamente la situación de los jubilados, el impacto político y fiscal es alto. “El gobierno se la juega fuerte en este ámbito”, explicó, destacando que más allá del efecto sobre los precios, “sería más relevante en términos del efecto sobre la reducción del superávit fiscal”.
El superávit como base del plan económico
Simonetta consideró que “la gran carta del gobierno es el superávit fiscal, sobre la cual se basa la estabilidad monetaria, cambiaria y todo el edificio económico”. Subrayó que la istración actual enfrenta las consecuencias de gestiones pasadas: “No es que empiece de cero, le queda una tarjeta de crédito en rojo a pagar”.
Por eso, el objetivo es “volver al mercado internacional de capitales y reducir el riesgo país”, algo que requiere equilibrio macroeconómico y respaldo político.
FMI: metas incumplidas, pero previstas
Finalmente, sobre las metas con el Fondo Monetario Internacional, Simonetta fue claro: “Está dentro de lo previsto que no se llegue a los 5.000 millones de dólares de reservas”. Según él, “ya está conversado con el FMI y no sería algo que sorprenda”, anticipando que Argentina recibiría un “waiver” o perdón.
Este tipo de postergaciones no son nuevas, y no implican un colapso inminente: “Se patearía la cuestión para un poco más adelante. Es lo más probable que pase”.