Leandro Calderone estaba dispuesto al cambio, a recuperar al actor que hacía tiempo no trabajaba. Y lo hizo desde un texto propio, casi autobiográfico con Este es mi Shakespeare. Y no contento con eso, también dirige la puesta que protagoniza junto a Adriana Ferrer, José Frezzini, Karina Hernández, Ariel Mele, Andrés eri y Payuca. Sí, en la obra que se representa los miércoles en El Galpón de Guevara (Guevara 326, CABA), cuenta una historia muy personal y, a la vez, tan universal como el propio Bardo.
A los 14 años, el autor de esta obra se robó un libro de Shakespeare y, aunque lo leyó obsesivamente, no logró entender una palabra hasta que le tocó vivir situaciones en las que descubrió asombrosos puntos de o entre su vida y algunas comedias y tragedias del autor universal. Así en la trama convoca a un grupo de amigos actores para que lo ayuden a recrear esas historias en las que su vida se entrelaza con la obra del británico.
Calderona está apoyado por un gran equipo, vestuario: Betiana Temkin; escenografía: Gonzalo Córdoba Estévez; diseño de luces: Lucía Feijoó; realización y edición de video: Martín Deus; edición de sonido y arreglos musicales: Federico Marino; canción original: Vanesa Butera; producción: Lucía Márquez / Dos Lunas Productora; y diseño de producción: Florencia Wasser, logró llevar adelante desde comienzos de mayo esta propuesta que se presenta a las 20.30. Y reveló todo en esta entrevista:
Durante la charla conto sobre el proceso inicial de escritura, "que va más allá de la nostalgia, me permitió revivir esa historia y lograr el acto de volver a contarla. Que es cuando uno la va redefiniendo, reelaborando. Arranqué con una fascinación por Shakespeare desde chico pero me me abría mundos que no terminaba de comprender. Cuando empecé a estudiar actuación y a estudiarlo más, a entenderlo a través de establecer la analogía, lo entendí en una dimensión más profunda, más humana. Entendí que habla desde un profundo conocimiento de la naturaleza humana. Increíble hace tantos siglos cómo le sacaba la caricatura a la gente. El, con la contundencia tremenda de sus obras, puso al hombre en un lugar real, en su humanidad más terrible y también más noble. Y creo que es una de las cosas que lo volvió genial. En esta obra estoy en un rol de narrador, para quitarme un poquito de peso. Pero hacerla surgió de la necesidad porque vengo trabajando hace muchos años como guionista y tenía la necesidad explorar proyectos más personales que me involucraran desde otro lugar".
Y reveló que le "tenía más miedo al rol del director, pero en lo que me encontré con un desafío resultó ser la escritura. Mira qué como paradójico. Porque como director rápidamente se armó un grupo alucinante Nos entendimos muy bien, respondieron todos muy bien y me lo hicieron muy fácil. Estaba pautado que ensayábamos dos meses y parábamos otros dos durante el verano. Me los tomé para reescribir. Escuché mucho lo que me dijeron los actores. Trabajé con con con una amiga que me hizo la supervisión dramatúrgica, con Jimena del Pozo Peñalba, que tenía su mirada sobre algunas cosas del del texto. Estuché a todo el equipo y me tomé ese tiempo para reelaborarlo. Por suerte el Leandro actor está contento, aunque estaba muy nervioso. Pero el público fue muy amoroso; ahí me relajé y entramos en confianza".
Cada función de miércoles a las 20.30 es una fiesta que vale la pena disfrutar y compartir. Encontrá acá más info sobre las entradas.