Se cumplen 35 años de uno de los escándalos conyugales más resonantes de la historia argentina. El 12 de junio de 1990, el entonces presidente Carlos Menem echó a su esposa, Zulema Yoma, de la Quinta de Olivos por medio de un decreto presidencial firmado desde Italia.
Las imágenes de la primera dama en los portones de Av. Maipú 2100, rodeada de periodistas y fotógrafos, intentando ingresar a la residencia, ante la implacable negativa de la seguridad presidencial, dieron la vuelta al mundo y se convirtieron rápidamente en un escándalo de proporciones.
Para ese entonces, no hacía un año que Carlos Menem había asumido la presidencia en medio de una hiperinflación descontrolada y el gobierno avanzaba con privatizaciones masivas, la desregulación del Estado y el indulto a los genocidas.
Ese martes, Zulema había salido a hacer unas compras y, a la vuelta, se encontró con un fuerte operativo policial, encabezado por el jefe de la Casa Militar. Según contaría Yoma después, el brigadier Andrés Antonietti estaba armado con un gas paralizante y buscaba internarla en un psiquiátrico.
"Acá no se puede manosear a la familia por un abuso de poder", gritaba la primera dama ante las cámaras en la entrada de Olivos. “Estamos dando una imagen lamentable del país, afuera, en el exterior ¡Qué triste es esto! Nuestro país llegó a la corrupción total”.
Entre las múltiples versiones que circularon en torno a este episodio entre Carlos Menem y Zulema Yoma, una de las más insólitas señala que el propio Menem habría llegado a poner un cocodrilo en la pileta con la intención de matar a su esposa.
En su libro El Jefe, la periodista Gabriela Cerruti relata pasajes aún más oscuros de la relación y asegura que Zulema era víctima de violencia física por parte de su marido. Según los testimonios recogidos en el libro, Yoma habría sufrido una brutal golpiza cuarenta días antes del desalojo. "Está loco, me va a matar", habría dicho a uno de sus asistentes.
La Primera Dama se terminó yendo de Olivos con lo puesto escoltada por sus hijos que la convencieron de no seguir insistiendo. “Estoy con esta pilcha y tengo todo acá. Así que me voy a mi departamento”, dijo Yoma antes de retirarse acompañada de Carlos Jr. y Zulemita.
Menem Vs. Zulema: el decreto y la guerra de telegramas
El desalojo había sido ordenado por decreto, mientras el presidente se encontraba en Roma para asistir al Mundial de fútbol. “Cuando vuelva quiero que todo esté solucionado. Esta casa es mía”, habría dicho Menem a sus colaboradores.
El decreto tenía un único artículo que especificaba que “el , la permanencia y el uso de las instalaciones de la Residencia Presidencial de Olivos, sólo podrá llevarse a cabo en la forma y con las modalidades que disponga el titular del Poder Ejecutivo Nacional”.
Tras el desalojo, la guerra del matrimonio Menem siguió a través de telegramas y declaraciones en la prensa. En el primer escrito, la primera dama exigía que se dejara sin efecto el desalojo y lo calificaba como una "injuria gravísima".
Por su parte, Menem acusaba a la primera dama de interferir en asuntos públicos y de intentar condicionarlo políticamente. "Resulta inaceptable tu pertinaz interferencia, tus actitudes públicamente asumidas, sola o con terceros, desautorizando o poniendo en tela de juicio mi desempeño o la de colaboradores de gobierno", decía el mandatario en su respuesta.
"Entre la Patria y la familia, elijo la Patria", argumentaba Menem en televisión. “Será porque hablo mucho de la corrupción, no me gusta, la detesto”, respondía Yoma ante las cámaras.
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El intercambio epistolar siguió con acusaciones de "abandono agravado" y "conducta ilícita" por parte de Zulema Yoma, quien hacía cargo al presidente por todas "las consecuencias emergentes" que pudieran ocurrir.
Hasta Carlos Jr. se involucró en el tema al enviarle una carta a su padre en la que le pedía que reconsiderara la separación. La nota, que se titulaba “A mi padre, el Presidente”, fue entregada a periodistas en el hall del edificio en el que el joven vivía con su madre, tras la expulsión de Olivos.
Finalmente, en 1991, Zulema Yoma le pidió el divorcio a Carlos Menem, luego de 25 años de un matrimonio marcado por el escándalo, la violencia y las infidelidades. El trámite se resolvió recién cuatro años después, por “mutuo consentimiento”, tras de la trágica muerte de Carlos Menem Jr. en un presunto accidente de helicóptero
MC LT
