En el marco del Festival de Cannes, Cate Blanchett volvió a hacer uso de su plataforma internacional para dar un paso más en su lucha por una industria cinematográfica más diversa e inclusiva. La actriz australiana presentó oficialmente el programa “Proof of Concept”, una iniciativa pensada para brindar financiamiento, mentoría y visibilidad a cineastas mujeres, trans y no binaries.
La propuesta, desarrollada junto a la productora Dirty Films, la Dra. Stacy L. Smith y la Annenberg Inclusion Initiative, está diseñada para romper con las barreras estructurales que limitan el de estas voces a la industria. Cada participante seleccionado recibirá 50 mil dólares para producir un cortometraje como prueba de concepto, además de a redes de mentoría y la posibilidad de presentar su proyecto ante figuras clave del cine global.
“La homogeneidad en cualquier industria es la muerte del progreso y la innovación. Eso es especialmente cierto en las industrias creativas”, afirmó Blanchett durante la presentación del programa. “Si seguimos permitiendo que siempre las mismas voces tengan la oportunidad de contar historias, estamos empobreciendo nuestra cultura”, sostuvo.
A lo largo de su carrera, Blanchett fue una de las figuras más visibles en la defensa de la igualdad de género dentro del cine. Desde su rol como presidenta del jurado en Cannes hasta su trabajo como productora, impulsó cambios concretos en la forma en que se piensa y se financia el trabajo audiovisual. “He estado en demasiados sets donde la falta de representación es abrumadora. No se trata solo de quién está frente a la cámara, sino de quién toma las decisiones detrás de ella”, explicó.
Según los organizadores, la primera cohorte de “Proof of Concept” fue seleccionada entre más de 1.200 postulaciones de todo el mundo. Se trata de una apuesta concreta a la diversidad: la intención es que estas pruebas de concepto funcionen como puertas de entrada a producciones más grandes, series o películas que no queden atrapadas en circuitos marginales.