En un discurso enfático tras los comicios, Silvia Lospennato reconoció la derrota ante Manuel Adorni y Leandro Santoro y valoró la campaña como una semilla de transformación que trasciende los resultados inmediatos.
“Toda semilla necesita tiempo para crecer, hay que regarla, hay que abonarla”, expresó Lospennato al referirse al proceso de renovación dentro de su partido. Para la candidata del PRO, la clave no está en los resultados inmediatos, sino en el camino iniciado: “No se trata del resultado de hoy, se trata de un proyecto político que nació para representar un cambio con equilibrio”.
Desde su perspectiva, este cambio debe construirse sin agresiones ni exclusiones: “Queremos un cambio sin insultos, queremos un cambio sin crueldad, donde no haya nadie descartable”, afirmó con firmeza.
El respaldo del PRO
Durante la intervención, la dirigente dedicó un agradecimiento especial a su fuerza política. “Hoy quiero saludar al PRO de todo el país que también me acompañó durante esta campaña”, declaró, destacando especialmente el trabajo de los militantes porteños.
Con un mensaje claro de continuidad, aseguró: “Vamos a seguir gobernando esta Ciudad de Buenos Aires y lo vamos a hacer cada día mejor”.
Contra la violencia y por la democracia
En un tono más personal, Lospennato se refirió al costo emocional de la campaña: “Quiero agradecer a mi familia que tuvo que soportar conmigo las agresiones de una campaña que no respetó las reglas de la democracia”.
También lanzó un llamado a la ciudadanía: “Si no quieren que la historia se repita una y otra vez, les toca a ustedes defender sus valores, nadie lo va a hacer por ustedes”.
Convicciones más allá de los resultados
Finalmente, dejó un mensaje de compromiso ético: “Yo soy un testimonio de que se puede hacer política con seriedad, con honestidad, sin agresión”, enfatizó. Y remarcó con una declaración de principios: “No solamente se lidera desde la victoria, sino que se lidera desde las convicciones”.
“El cambio que representamos, la manera de ser del PRO, nuestros valores están más fuertes que nunca”, concluyó con la promesa de no rendirse.