El 14 noviembre de 1973 el Congreso Nacional por Ley 20561, estableció el 10 de junio como el Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas. El antecedente más significativo es la conocida Resolución 2065 (XX) de la Asamblea General de las Naciones (ONU) de cuya promulgación se cumplirán 60 años el próximo 14 de diciembre, y al tiempo que reconoció formal y expresamente la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas que, en adelante, se denominó “Cuestión Malvinas”.
Fue adoptada por abrumadora mayoría y ni siquiera el Reino Unido opuso un voto negativo. Esta se basó en las conclusiones y recomendaciones del Comité de Descolonización de 1964, donde el embajador argentino José María Ruda pronunció su célebre alegato, piedra angular e irrepetible en nuestra historia diplomática, que en extrema síntesis: confirmó la aplicación de las disposiciones de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los Países y Pueblos Coloniales al territorio de las Islas Malvinas; tomó nota de la existencia de una disputa de soberanía entre los Gobiernos del Reino Unido y la Argentina; y recomendó al Comité Especial de Descolonización que invitara a ambos Gobiernos a entablar negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica, justa y duradera a este problema a la mayor brevedad a través de negociaciones bilaterales, teniendo en cuenta las disposiciones y objetivos de la Carta de la ONU y los intereses (no los deseos) de la población de las islas. El Alegato finalizó con las siguientes palabras: “Nuestro propósito es persuadir a la comunidad internacional de que las mencionadas Islas son parte integrante del territorio argentino, y que el deber jurídico y moral de Gran Bretaña es devolverlas a su verdadero dueño, afirmándose así el principio de soberanía y de la integridad de los Estados, base de las internacionales pacíficas”.
En ese entonces el Presidente de la Nación era el doctor Arturo Umberto Illia, quien en 1966 fue ignominiosamente expulsado de la presidencia por el quinto golpe de Estado cívico-militar del siglo veinte. El doctor Ruda (1924-1994), fue un destacado jurisconsulto reconocido a nivel mundial. Ocupó relevantes cargos, entre ellos: Secretario de Relaciones Exteriores (1970-1973) y Juez de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (1973-1991), siendo su Presidente desde 1988 hasta 1991. En 1988 recibió el premio Konex de Platino.
Desde entonces, hasta el presente- noel pueblo argentino- sino casi todos los gobiernos (civiles y militares), han relegado el imprescindible consenso y coherencia sobre tan sensible cuestión de Estado. Y también la esencia del concepto de evolución que, según el filósofo italiano Giorgio Del Vecchio, “es la continuación de un proceso”; y para el jurisconsulto alemán Georg Jellinek “es una transformación de lo sencillo a lo complejo, y la persistencia del fin”. Por incompetencia tal vez, privilegiaron la discontinuidad pendular, no pocas veces impregnada del partidismo- ideológico criollo. Los resultados son conocidos y el disparate mayor fue la absurda guerra de 1982 desatada por la desprestigiada y alicaída dictadura militar.
En Malvinas se respetaron los usos y leyes de la guerra
Lamentablemente leí y escuché- incluso de fuentes británicas- afirmaciones que muestran un irrespeto a la Constitución Nacional y ofenden a todos los Veteranos de Guerra que pelearon por un sentimiento. En 1997, el entonces empresario Mauricio Macri expresó: “La verdad es que los temas de soberanía en un país tan grande como el que tenemos nunca los entiendo mucho (…) Nosotros no tenemos un problema como los israelíes que tienen problema de espacio. Acá lo nuestro es casi de amor propio (…) Creo que las Malvinas serían un fuerte déficit adicional para la Argentina” (Perfil, 4 abril 2015). Hasta hoy las Islas permanecen usurpadas y no hemos solucionado el endémico “déficit adicional”. En el 2019, como presidente, Macri- con la presencia del embajador británico en la Argentina, Mark Kent-, aseguró: "Solo con el diálogo con los isleños y con Gran Bretaña se recuperará la soberanía de las Islas Malvinas” (Infobae, 12 marzo 2019). Claro desconocimiento de la Resolución 2065 (XX). En el 2020 el diputado nacional Alfredo Cornejo (UCR) en un programa televisivo se refirió a Malvinas como: ” un fiasco enorme” (7 abril 2020) y omitió toda referencia a los Veteranos. Ejemplos contraversiales fueron los Acuerdos de Madrid (1989-1990) siendo canciller Domingo F. Cavallo, y el de Foradori-Duncan (2016) siendo canciller Susana Malcorra; que solo tuvieron ventajas para los británicos.
La dirigencia política no debería ser ajena al valor de las Islas desde el punto de vista estratégico militar y de los recursos existentes; en un área que le permite ejercer el control -junto a los Estados Unidos- desde la boca del río Amazonas a la Antártida y desde la costa oriental sudamericana a la costa occidental africana, así como los s interoceánicos Atlántico-Pacífico y Atlántico-Índico, no es ajeno a ello la violación del Tratado de Tlatelolco (para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe).
¡Qué distintas fueron las afirmaciones - en 1982- de valorados argentinos! Adolfo Pérez Esquivel- premio Nobel de la Paz en 1980-dijo: "El pueblo argentino sin distinción de clases, ideologías o de posiciones políticas, siempre ha reivindicado las Malvinas (…) La soberanía de las islas Malvinas es una reivindicación histórica, jurídica y geográfica que todo el pueblo argentino ha reclamado y reclama (…) Lo que ponemos en cuestionamiento son los medios utilizados para recuperarlas” (Revista española CAMBIO 16, 3 de mayo de 1982). Por su parte, el gran escritor Ernesto Sábato, expresó: "En la Guerra de Malvinas hay que separar nítidamente dos cosas. Una es la dictadura militar; la otra la recuperación de las Malvinas (…) Que fue un hecho añorado por el pueblo en todos sus estratos, en todas sus clases sociales (…) Cuando los países débiles son despojados, son avasallados y son humillados por potencias imperiales, la herida es profunda y el sentimiento de nacionalidad y soberanía es vehemente y digno” (CAMBIO 16, 14 junio de 1982). Raúl R. Alfonsín aseguró: “Las Fuerzas Armadas no merecen este destino. Es hora de escuchar al pueblo y a los oficiales, suboficiales y soldados que lucharon en el frente contra el imperialismo, y que han visto comprometida su Institución y su misión por el manejo de una minoría dispuesta a todo por aumentar su poder” (Clarín, 15 junio de 1982).
Ningún ciudadano argentino puede ignorar que en la Constitución Nacional la Cuestión Malvinas es la Primera de las Disposiciones transitorias, que puntualiza: “ La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos insulares correspondientes por ser parte integrante del territorio nacional”.
*Ex Jefe del Ejército Argentino. Veterano de la Guerra de Malvinas. Ex embajador en Colombia y Costa Rica.
