Hace unos años, fui a lavar mi auto a un lavadero que está a una cuadra del sindicato del plástico, que otrora hiciera famoso el dirigente Jorge Triaca (padre).
Me llamó la atención un auto importado que parecía extraterrestre. Lo estaban lavando y le pregunté al encargado si me dejaba mirarlo por dentro. Como me permitió, abrí la puerta del conductor, pero tenía un problema, se abría hacia arriba quedando por encima de la cabeza del que abría y no como todos los autos hacia el lateral. Pregunté por qué esa innovación y me dijo que el auto era blindado y el objetivo de la puerta era soportar los posibles tiros al torso y a la cabeza del dirigente.
El dueño era “el secretario del sindicato que no sé su nombre” y, como chisme, me dijo que era propietario también de dos estancias en Entre Ríos de unas 4 mil hectáreas en total.
No verifiqué si la anécdota del sindicalista estanciero era real, pero es evidente que la historia de los dirigentes del movimiento obrero y su modo de vida dista de ser la de sus afiliados.
Quizás, el caso más emblemático de esa ostentación, fue el líder de los metalúrgicos, el famoso Augusto Timoteo “lobo” Vandor, que allá por los años 60 se paseaba por los hipódromos y casinos apostando fortunas y haciendo alarde en autos de lujo de su pasar millonario.
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Es que el cobro de la cuota sindical por recibo de haberes y el manejo del dinero de las Obras Sociales hizo sindicatos con recaudaciones muy importantes. Contradictoriamente, mientras los directivos viven con sueldos muy diferentes al de los trabajadores y los afiliados, se organizaron los cuerpos de delegados y las comisiones internas que no participan de las buenas finanzas del sindicato.
Así, la Argentina tiene una estructura sindical muy superior a muchos países, que, cuando quiere…mueve montañas.
Por eso también tiene conductas tan dispares en su relación con los gobiernos de turno, según los diferentes momentos políticos. Desde ausentes, colaboradores o muy enfrentados. Podríamos decir entonces que tiene 3 grandes maneras de actuar:
-En el Rodrigazo, 1975. Recordemos que el ex todopoderoso ministro de Bienestar Social, José López Rega, organizador de la siniestra Triple A, tuvo su final a manos de la central sindical. La CGT, con Lorenzo Miguel de la poderosa UOM como protagonista, organizó un paro de 36 hs contra el tope salarial impuesto por el gobierno de Isabel Perón durante las paritarias de junio 1975, después de un brutal golpe inflacionario. Fue el famoso Rodrigazo, llamado así por Celestino Rodrigo, nombre del ministro de economía. Ese paro y su movilización nacional tumbó sin atenuantes a los ministros Rodrigo, a López Rega y al plan económico anti popular de Estela Martínez de Perón.
Era la primera vez que la CGT peronista le hacía un paro a un gobierno peronista.
Quedaba claro también que, cuando paraba la CGT no había Cristo que trabajara y su influencia fue decisiva en muchos acontecimientos de importancia nacional:
-Diciembre del 2001: en la movilización masiva y popular que sucedió el 19 y 20 de diciembre del 2001 donde cayó el presidente De la Rúa y varios presidentes más, por el famoso corralito, la CGT estuvo ausente sin aviso.
-Diciembre del 2019: colaborador del gobierno de Cristina Fernández y con Alberto Fernández. Así llegamos a la actualidad, junio del 2025.
El plan económico de Luis Caputo es una simple maniobra criminal del gobierno, de traslación de ingresos de la parte del presupuesto dirigido a salud, educación, ciencia, etc., para destinarlo al sector más concentrado del capital y en particular al financiero.
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Pretende, además, restringir las paritarias mientras los precios siguen subiendo, para generar otra poderosa traslación de ingresos de los asalariados a los no asalariados. No hay muchos secretos.
La conducción actual de la CGT no es similar a las anteriores. Ni a la del Rodrigazo ni a la del 2001 ni a la del 2019. Tomó algunas medidas que fueron acompañadas masivamente tanto por la gente sindicalizada como el pueblo en general. Pero su forma de responder a la motosierra, discontinua y sin un plan de ponerle límites a las agresiones del gobierno, sirve de poco.
Son, en principio, medidas de fuerza para que el gobierno acepte negociar con ellos cuando es evidente que es un gobierno que no negocia el saqueo.
Entonces, es propio preguntarse…
- ¿Se puede dejar aislados a los jubilados cuando todos sabemos que varios millones de personas no cobran ni 380 mil pesos mensuales?
- ¿Es moralmente tolerable ver al Hospital Garrahan desangrarse cuando ese orgullo nacional y latinoamericano absorbe todos los casos complejos de niños que no pueden resolver los hospitales normales de todo el país? ¿Con 600 mil consultas, 150 mil urgencias y 10 mil operaciones por año? ¿Un Hospital modelo que salva vidas sin importar el apellido y el origen social?
- ¿Se puede aceptar el destrato y recortes presupuestarios a los discapacitados?
- ¿Puede la CGT estar ausente en el vaciamiento del CONICET cuando todos sabemos que sin ciencia el país está condenado a un destino pastoril?
- ¿Puede la CGT permitir que se desfinancie a las universidades para que estudien solamente los hijos de los ricos?
- ¿Puede seguir cayendo el salario real sin decir basta?
“La universidad pública argentina es nuestra más preciada joya de la abuela”
Los dirigentes de la CGT, ¿no tienen miedo de que les digan que son socios de este gobierno?
Da vergüenza ver a casi todos los gobernadores “opositores” que renunciaron a ser “opositores”. ¿La CGT también?
Y el pueblo se defiende. Hay conflictos por todos lados.
La buena noticia es que, lentamente, esos cuerpos de delegados y sus bases se están juntando, haciendo la tarea que la central sindical debiera hacer.
Los jubilados se están ganando la solidaridad popular y serán el punto de encuentro con feministas, hinchas de fútbol, CONICET, Garrahan etc, tal como se está organizando para este próximo miércoles.
Quizás también habría que ir a visitarlos a su sede de la calle Azopardo, para reclamarles la unidad que tanto se necesita.
Los niños de todo el país que se atienden en el Garrahan, los discapacitados, los muchachos que provienen de hogares humildes y estudian en la Universidad, los jubilados, los científicos le van a agradecer que se pongan a la cabeza de sus reclamos, que defiendan y no permitan que se regalen los recursos naturales.
Pero si no lo hacen, varios sectores de “los de abajo” lo harán, tarde o temprano.