La ceremonia de entronización de León XIV contará este domingo con la presencia de varios representantes de las Casas Reales de Europa, entre ellas la reina Máxima de Países Bajos, quien no estuvo en los funerales del papa Francisco el 26 de abril.
Tras la ceremonia, los monarcas y los jefes de Estado y Gobierno tendrá un breve encuentro con el Pontífice para poder brindarle su respeto.
Hay un detalle que reinas y princesas tuvieron muy en cuenta en esta ocasión. Algunas de ellas podrán vestir de blanco tanto en las audiencias con el Pontífice como en otras ceremonias del Vaticano. La Santa Sede concedió este permiso en el pasado a las reinas, titulares o consortes, de casas reales que se mantuvieron fieles a la Iglesia Católica. El negro sólo queda para los funerales. En los últimos años, la Santa Sede viene relajando el protocolo en cuanto a vestimenta.
Los primeros en confirmar su asistencia fueron los reyes de España, Felipe VI y Letizia, y los de Bélgica, Felipe y Matilde, católicos practicantes.
Máxima, quien no pudo asistir a la elección papal por la agenda interna de su país, sí estará presente en la entronización. La acompaña el primer ministro holandés, Dick Schoof.
Del Reino Unido no irán ni los reyes Carlos III y Camila ni los príncipes Williams y Kate. Estarán representados por el príncipe Eduardo, duque de Edimburgo, el hermano más joven del monarca. También asistirán de las casas reales de Noruega, Mónaco, Jordania y Luxemburgo.
