En los últimos meses de su pontificado, el papa Francisco se mostró profundamente comprometido con el conflicto en Gaza, un vínculo que, incluso después de su muerte, sigue presente. Su último acto de solidaridad fue la donación de su papamóvil, el mismo vehículo con el que saludó a millones de fieles en su visita a Belén en 2014 y en su última aparición pública en la Plaza San Pedro. Así, este papamóvil, cargado de simbolismo, será transformado en una unidad de salud móvil, diseñada para llevar atención médica a los niños afectados por el conflicto y la devastación en la región.
Según el portal oficial Vatican News, esta donación reflejó el último deseo del papa de seguir ayudando a los más vulnerables, especialmente a aquellos con los que mostró su apoyo en los últimos años de su pontificado. "El Papa confió la iniciativa a Cáritas Jerusalén, con el objetivo de responder a la grave crisis humanitaria en Gaza, donde casi un millón de niños han sido desplazados por la violencia", explicó la publicación.
"En medio de la guerra, el colapso de las infraestructuras, un sistema de salud desmantelado y la falta de educación, los niños son los primeros en sufrir las consecuencias, enfrentando hambruna, infecciones y otras enfermedades prevenibles que ponen sus vidas en peligro", continuó el portal de noticias oficial de la Santa Sede.

El vehículo reacondicionado está siendo equipado con herramientas de diagnóstico, exploración y tratamiento, incluyendo pruebas rápidas para infecciones, instrumentos médicos, vacunas, kits de sutura y otros suministros vitales. Según se indicó, los médicos sanitarios estarán a cargo de la atención, y el papamóvil comenzará a operar en cuanto se restablezca el humanitario a la Franja de Gaza.
Peter Brune, secretario general de Cáritas Suecia, destacó en un comunicado de prensa: "Con el vehículo podremos llegar a los niños que hoy no tienen a atención sanitaria, aquellos que están heridos y desnutridos". Y agregó: "Es una intervención concreta que salvará vidas en un momento en que el sistema sanitario de Gaza está casi colapsado".

El papa Francisco condenó en varias ocasiones la crueldad de los bombardeos israelíes en Gaza. Incluso, en una de sus intervenciones, luego de un ataque, afirmó: "Ayer bombardearon a niños, esto es crueldad, esto no es guerra. Quería decir esto porque es algo que toca el corazón".
A lo largo de su pontificado, solía repetir: "Los niños no son números. Son rostros. Nombres. Historias. Y cada uno es sagrado". Con este último gesto, sus palabras se convirtieron en acción, como señala el portal de la Santa Sede.
A la espera de quien se anuncie tras el humo blanco
Cáritas Jerusalén, que desde hace tiempo presta servicios de salud a las comunidades palestinas bajo condiciones extremadamente difíciles, lidera esta labor sobre el terreno. Más de cien empleados comprometidos con la atención médica se unieron a este esfuerzo, continuando con el legado de compasión y fortaleza del papa.
Anton Asfar, secretario general de Cáritas Jerusalén, declaró: "Este vehículo representa el amor, el cuidado y la cercanía que Su Santidad mostró por los más vulnerables, y que expresó durante toda la crisis".
MVS/EM