El presidente de EE.UU, Donald Trump, buscará llevar a cabo un recorte drástico de US$600 millones de pesos al presupuesto de la NASA, lo que representa un 24% del financiamiento total que ostenta actualmente la agencia espacial norteamericana. No obstante, la medida aún debe ser aprobada por el Congreso y generó controversia sobre el impacto que podrá tener a futuro en los proyectos de exploración.
Uno de los programas más emblemáticos que podrá verse afectado es Artemis, la iniciativa impulsada por el propio mandatario republicano, para que el ser humano retorne a la Luna tras aquel alunizaje de 1972.
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En este escenario, se espera que el sector privado asuma un rol protagónico en la nueva etapa de misiones espaciales. Compañías como SpaceX, liderada por Elon Musk, y Blue Origin, fundada por Jeff Bezos, podrían encargarse de ejecutar misiones que antes eran lideradas exclusivamente por la NASA.
El director de Política Espacial Civil del Consejo Nacional del Espacio, Ryan Whitley, explicó que “los recortes en el presupuesto preliminar del presidente representan, de forma contraria a la intuición, una oportunidad para innovar verdaderamente en la manera en que llevamos a cabo nuestras misiones espaciales”.
En esta línea, desde la Casa Blanca aseguraron que “no se contempla la eliminación de las misiones”, sino “una redirección de los objetivos de la agencia para que sean más estratégicos”.
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Donald Trump planteó eliminar "ineficiencias internas"
De esta premisa surge el planteo de eliminar lo que Donald Trump considera como “ineficiencias internas” y canalizar recursos hacia programas que puedan ofrecer resultados concretos en el corto y mediano plazo.
Ryan Whitley sostuvo que “durante los últimos 25 años, la NASA contó con miles de millones de dólares para impulsar la exploración humana más allá de la órbita terrestre baja. Sin embargo, en todo ese tiempo, solo se ha realizado una misión no tripulada alrededor de la Luna”.
La istración de Trump dejó en claro que uno de los objetivos del nuevo presupuesto es ganar la carrera espacial contra China. La Casa Blanca se propone que Estados Unidos sea el primer país en regresar a la Luna y, más aún, el primero en poner un ser humano en Marte.
“Para lograr estos objetivos, el presupuesto propone optimizar la fuerza laboral de la NASA, los servicios de tecnología, el mantenimiento de instalaciones, y las actividades de cumplimiento ambiental”, detalla el documento del Ejecutivo.
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