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Nueva Ley de Ciudadanía Italiana 2025: los cambios que afectan a hijos, nietos y bisnietos de italianos

El Parlamento italiano aprobó enmiendas clave al Decreto 36/2025. Cómo impacta a descendientes de italianos y qué opciones quedan para quienes ya iniciaron trámites.

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El Parlamento italiano aprobó enmiendas clave al Decreto 36/2025. | Prensalink

La reforma a la Ley de Ciudadanía Italiana, aprobada en comisión por el Senado, introduce cambios drásticos al derecho por ius sanguinis: a partir de 2025 solo hijos y nietos podrán acceder automáticamente a la ciudadanía italiana. Para bisnietos y generaciones posteriores se abre un nuevo escenario legal que incluye un permiso especial de residencia, exámenes de idioma y posibles reclamos judiciales. En diálogo con Perfil, el consultor Claudio Arn, referente de Italo Tribu, analiza el impacto de las medidas, qué hacer según cada caso y por qué este decreto puede terminar en la Corte Constitucional.

Nueva Ley de Ciudadanía italiana: la voz del experto

-Perfil: Sr Arn, ¿qué es, exactamente, lo que se aprobó esta semana?

-Claudio Arn: Se aprobaron tres medidas clave que reformulan el a la ciudadanía italiana por descendencia. La primera es el límite generacional, que establece que la ciudadanía ya no se transmite automáticamente más allá de los nietos; es decir, se interrumpe en la segunda generación nacida fuera de Italia. La segunda medida es un blindaje para los expedientes abiertos: todo trámite iniciado o con turno otorgado antes del 27 de marzo de 2025 continuará rigiéndose por la ley de ciudadanía de 1992. Y la tercera es la creación del Permiso de Residencia Especial (PSR), una nueva visa de dos años —renovable— que permite a bisnietos, tataranietos y generaciones posteriores residir y trabajar en Italia. Luego, si aprueban el examen B1 de italiano y demuestran una integración real, podrán naturalizarse y acceder a la ciudadanía italiana.

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-Perfil: ¿Qué pasa con el requisito, tan discutido, de que el abuelo hubiera nacido en Italia?

-CA: Se cae. Los senadores de las circunscripciones en el exterior lograron una enmienda que borra la exigencia de nacimiento en territorio italiano. Bastará con demostrar que el abuelo o la abuela eran ciudadanos, aunque hayan nacido en Mendoza, Buenos Aires o São Paulo.

-Perfil: Le pregunto si eso no suaviza, al menos en parte, el cerrojo.

-CA: Lo cierto es que el corte en los nietos deja fuera a un 70 % de la diáspora latinoamericana, donde el grueso son bisnietos y tataranietos.

Datos del Ministerio del Interior apuntan a 16 millones de descendientes potenciales en América Latina, de los cuales 9 millones quedarían automáticamente excluidos con el nuevo tope generacional. Dos millones tienen expedientes en curso y, por ahora, respiran aliviados gracias a la cláusula de ‘derechos adquiridos’.

-Perfil: Estamos hablando de gente que había planeado mudarse, invertir, casarse en la UE, ¿esta nueva ley de ciudadanía italiana altera vidas reales?

-CA: Absolutamente. Por ejemplo, mucha gente ha quedado varada en Italia o en las filas consulares después de años de espera y de grandes sacrificios. Les digo: calma, porque el decreto todavía debe superar el pleno del Senado probablemente entre el 17 y el 20 de mayo, luego la Cámara, y podría haber cambios a último momento.

-Perfil: El Gobierno insinuó que usará la moción de confianza para evitar más enmiendas. Si eso ocurre y el decreto es ley antes del 27 de mayo, ¿qué recursos quedan?

-CA: Dos: istrativo y judicial. Quien quede fuera puede tomar el PSR y apostar por la naturalización tras dos años; o litigar. Ya estamos preparando los primeros casos ante los Tribunales italianos porque el decreto, al aplicar límites retroactivos, roza la violación de los artículos 3 y 11 de la Constitución y del principio de igualdad entre hermanos. entre otros muchos factores. La jurisprudencia italiana ya ha dicho que el reconocimiento de ciudadanía es declarativo, no constitutivo.

Destripando el permiso especial (PSR)

-Perfil: Llevemos al terreno práctico el famoso PSR que esta nueva ley de ciudadanía italiana impone. ¿Qué requisitos tendrá?

-CA: El texto provisional dice: demostrar la línea con documentación civil, contratar un seguro médico, acreditar medios económicos, inscribirse en un curso de italiano y, tras 24 meses de residencia continua, rendir B1 y un examen de cultura cívica. Si apruebas, accedes a naturalización inmediata, fuera de los cupos migratorios normales.

-Perfil: ¿Y las cuotas reservadas?

-CA: Entre 2026 y 2028 habrá plazas especiales –el número se fijará cada año– para descendientes de Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela. Es un gesto político: son los países con consulados desbordados y mayor presión social.

-Perfil: Hablemos de política. El Ejecutivo defiende que la reforma detiene el ‘turismo de pasaporte’ y los fraudes. Sus detractores dicen que crea italianos de primera y de segunda. ¿Cuál es su opinión al respecto?

-CA: Creo que el decreto necesitaba una depuración técnica –había abusos, sí–, pero el machetazo fue excesivo. El concepto de italianidad responsable suena bonito, sin embargo coloca el derecho adquirido en la cuerda floja de un cronograma político. El Estado reconoce que eres italiano por sangre, pero te exige haber pedido turno antes de cierta fecha; esa arbitrariedad es más que vulnerable en la Corte.

Nueva ley de Ciudadanía italiana: consejos expresos según cada perfil

-Perfil: Antes de concluir con esta entrevista pudiese brindarnos una check-list para que los interesados puedan identificar su caso particular y los pasos a seguir?

-CA: Claro que sí. Para quienes ya son nietos o hijos y tienen la documentación lista, lo ideal es esperar la decisión del Gobierno italiano, ya que el decreto inicialmente planteaba la exclusión de los Consulados respecto a estos trámites y la creación entro un año o más de una oficina central en Roma que gestionaría a distancia estos expedientes en particular.

En el caso de trámites iniciados, es importante no cambiar de consulado ni de Comune (si se está gestionando en Italia), ya que todo expediente iniciado antes del 27 de marzo de 2025 seguirá su curso bajo la ley vigente; se recomienda documentar cada paso como resguardo. Los bisnietos, tataranietos y generaciones posteriores pierden el derecho a ser reconocidos como italianos, puesto que la nueva ley los considera simples extranjeros. Ante esta situación, existen dos alternativas:

  1. Solicitar el nuevo Permiso de Residencia Especial (PSR).
    Este permiso exige contar con seguro médico, medios económicos demostrables y un certificado de idioma italiano nivel B1. Quienes lo obtengan deberán vivir, trabajar o estudiar en Italia durante al menos dos años antes de solicitar la naturalización. Actualmente, los trámites de naturalización en Italia tienen un tiempo de espera promedio de tres años desde la presentación de la solicitud, lo que supondría una espera total mínima de unos cinco años para bisnietos y generaciones posteriores.

  2. Interponer un reclamo judicial especial para el reconocimiento de los derechos y obtener la ciudadanía en un plazo menor.
    Estamos ingresando en los Tribunales italianos los primeros casos de este tipo, ya que la nueva ley es claramente retroactiva, inconstitucional y vulnera los derechos ya adquiridos de bisnietos y tataranietos. Encontrará más información sobre esta vía en nuestro blog, bajo el título Juicio por Inconstitucionalidad.

Finalmente, quienes hayan perdido la ciudadanía italiana deben estar atentos, ya que hay una enmienda en tratamiento que podría reabrir el plazo de readquisición en los próximos días. La sangre sigue valiendo, pero ahora habrá que pelearla. En los próximos días el Parlamento puede consagrar la mayor reforma en treinta años o dejar al decreto morir por falta de ratificación, escenario muy improbable. Y, aún convertida en ley, espera un desfile de recursos ante los tribunales ordinarios y, previsiblemente, ante la Corte Constitucional.

Mientras tanto, en cada rincón de la diáspora se repite la misma pregunta: ¿será este el final de la ciudadanía italiana ius sanguinis ilimitada o el comienzo de una nueva batalla legal por la identidad italiana? La respuesta, como siempre, se cocinará entre política, tribunales y el inquebrantable lazo de millones de italianos que nunca dejaron de sentirse, pese a todo, parte de la península.

“Como siempre recuerdo a los descendientes, esta nueva ley de ciudadanía italiana cambia la cancha, pero no sentencia el partido”, sentencia Claudio Arn.