El mercado comienza a mirar cada vez más de cerca la dinámica del Banco Central (BCRA) para acumular reservas, sobre todo de cara a los próximos años. Si bien para 2025 los dólares alcanzaría a cubrir las necesidades para los pagos previstos, comienza a preocupar el perfil de los próximos vencimientos.
De acuerdo con cálculos del Instituto Argentina Grande, antes del nuevo acuerdo suscripto por el gobierno de Javier Milei, el cronograma de pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI) ascendía a US$ 55.363 millones para los próximos diez años. Tras la firma del nuevo programa, la Argentina deberá afrontar pagos por un total de US$ 72.487 millones en el mismo período. “Como consecuencia, las curvas de vencimientos para el próximo mandato serán más exigentes. Si el gobierno actual destina los dólares del nuevo acuerdo a intervenciones u otros gastos en lugar de acumular reservas, la situación podría volverse crítica. El gobierno que suceda a Milei deberá afrontar pagos de capital por US$ 32.418 millones, intereses por US$ 5,764 millones y sobrecargos por US$ 2.437 millones”, agregaron desde el instituto.
Con este nuevo perfil de vencimiento de deuda más exigente con el organismo internacional, la necesidad de dólares del país se acrecienta también y la mirada tanto de mercado como de los analistas se coloca sobre cómo se obtendrán las divisas para hacerles frente a esos compromisos y en relación con la dinámica actual que no logra engrosar las arcas de la autoridad monetaria que no sea vía préstamos, es decir, no logra adquirir los dólares del campo.
En ese sentido, Suramericana Visión planteó en un reciente informe que el BCRA podría tomar dos medidas inmediatas que contribuirían a la estabilidad de mediano plazo. Como primera opción, que el Central acumule reservas y, sobre todo aprovechando la actual situación, las liquidaciones del sector agroexportador que, al 14/5, promediaban un total diario de US$ 153 millones y un 15,4% respecto de abril. Aunque como contrapartida implicaría una desaceleración más lenta de la inflación.
La segunda opción que propone la consultora de Martín Guzmán sería que el Banco Central bajara la tasa de interés de referencia. “Lo que podría acercar el tipo de cambio al techo de la banda de flotación, también afectando la velocidad de desinflación en el corto plazo”, aclaró el estudio.
“Cualquiera de estas medidas ayudaría a sostener el proceso desinflacionario a lo largo del tiempo y, desde Suramericana Visión, serían vistas como un aprovechamiento de la ventana de oportunidad que brindó el costoso e irregular empréstito con el FMI”, remarcó el documento de la consultora que dirige el exministro.
“El problema del stock de reservas no es relevante solo para el acuerdo con el FMI. En 2026 vencen más de US$ 25 mil millones de deuda en moneda extranjera, y el Estado nacional deberá volver a los mercados de crédito para refinanciar una parte. Hay una relación estrecha entre el ratio Reservas/PIB y el riesgo país”, subrayó un informe del Banco Provincia.
En ese sentido, los analistas sostienen que la acumulación de reservas también ayudaría a bajar el índice que elabora el JP Morgan cercano a los 400 unidades necesarios para acceder de nuevo a los mercados internacionales de capitales. De esa manera, el equipo económico contaría con una herramienta financiera para poder hacer frente a los pagos y eventualmente rollear deuda.
Por lo pronto, en relación con el calendario de deuda de 2025, el director de la consultora , Pablo Moldovan, señaló el desafío de enfrentar los pagos, en un contexto donde el Gobierno itió que no regresará a los mercados este año. “Tiene vencimientos por más de US$ 16 mil millones en los próximos nueve meses. Aun si el FMI desembolsa según lo pactado, en enero de 2026 nos habremos gastado el equivalente al financiamiento que nos dieron”, apuntó.