ECONOMIA
FINANCIAMIENTO EXTERNO

El Gobierno festejó el Bonte y analiza su reedición, pero el mercado duda de los riesgos implícitos en la tasa

El equipo económico salió a hacer un "market reading" de los inversores internacionales y consiguió USD 1.000 millones para las reservas. En la City porteña consideran que la tasa fue alta y que en el futuro debe modificar el instrumento.

 Caputo junto al secretario de Finanzas, Pablo Quirno, tras reunirse con Milei
Caputo junto al secretario de Finanzas, Pablo Quirno, tras reunirse con Milei | Télam

El Gobierno salió a testear el interés del mercado internacional y consiguió financiamiento por USD 1.000 millones de parte de inversores extranjeros con la licitación del nuevo Bonte 2030. Mientras que en el Ministerio de Economía aseguraron que fue un éxito y no descartaron repetir la operación, en la City porteña consideraron que la tasa es alta y que mostró la reacción de los agentes a un eventual riesgo cambiario, algo que puede dar lugar a modificar el instrumento.

El ministro de Economía, Luis Caputo, y su secretario de Finanzas, Pablo Quirno, convalidaron en la licitación de este miércoles una tasa de interés por encima de lo esperada del 29,5% anual en pesos. Es un interés caro al considerar que las proyecciones de inflación oscilan alrededor del 20% desde el próximo año y que debe cumplir con la promesa de estirar el dólar barato, al menos, durante dos años para que la ganancia de quienes invirtieron sea mayor.

Aunque, la lectura oficial fue que los inversores “tienen a Argentina en el radar” y que se abre “una nueva etapa de la reinserción en los mercados internacionales de deuda”, según indicó a PERFIL un funcionario del Palacio de Hacienda. “El resultado de la licitación fue excelente, estamos más que conformes con el resultado, logramos atraer inversores internacionales, que no invertía hace 7 años, en nuestros bonos en pesos”, señaló.

Testeo, riesgo electoral y cambiario

El equipo económico hizo un “market reading” (una lectura del mercado), analizó una fuente con vínculos en Wall Street, ante la necesidad de renovar vencimientos de la deuda en dólares y la incertidumbre sobre qué resultados puede dar, después de tantos años de ausencia, en los márgenes de las plazas internacionales. Para hacerlo más atractivo, el diseño del Bonte incluyó un rescate automático (put) para mayo de 2027, justo en el inicio de la futura campaña presidencial. Fue una estrategia del equipo económico para disipar al instrumento del riesgo a la vuelta de un gobierno kirchnerista (o peronista), uno de los temores más grandes que tienen traders extranjeros (y locales) a la hora de invertir. Aún así, si bien la promesa implícita del Gobierno en el bono fue la garantía de un tipo de cambio estable, el mercado buscó cubrirse de un salto cambiario.

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“La tasa es equivalente a ir al techo de la banda - $1400 - y seguir deslizando al 1% mensual, más la TIR (rendimiento efectivo) de un bono en dólares. Es lógica. Es lo que hubiéramos pagado endeudándose en dólares”, explicó la voz de un fondo extanjero. “La tasa real en dólares es de alrededor del 11%, igual a bonos de corto plazo. Con menos spread. Lo óptimo sería pagar menos. No hay dudas que el inversor quiso tener un mayor retorno ajustado por ese riesgo no dicho, capaz por la incertidumbre de los antecedentes de la Argentina”, planteó el economista Amilcar Collante en diálogo con este medio.

Una de las dudas con las que se quedaron algunos agentes del microcentro porteño el día después es por qué el Bonte no tuvo entre sus características un seguro que le permitiera al Gobierno recomprar los títulos (call) si, por ejemplo, tuviera la expectativa de que más adelante podrá endeudarse a tasas más bajas. “Aunque le hicieron algunas condiciones o le agregaron atractivos se pagó bastante caro; capaz que pueden llegar a cambiar la estrategia del instrumento más adelante”, consideró Collante.

Nuevas emisiones

Con el Bonte, el Gobierno quiso dar el puntapié a la reinserción internacional, todavía limitada por el riesgo país en la zona de los 600 puntos. El plan de Caputo es lograr emitir deuda a la par de las empresas que ya colocaron Obligaciones Negociables (ON) con tasas entre el 8% y el 10% en moneda extranjera, y para eso necesitaría que el indicador del JP Morgan llegue a 400 puntos. Por ahora, no descartan volver a emitir este título. “Se irá definiendo según cómo sigue la demanda”, respondieron fuentes de Economía ante la consulta de este medio, sin especificar si hay planes para hacer cambios en el instrumento.

El Gobierno consiguió financiamiento por USD1000 millones con el nuevo bono para extranjeros

Las especulaciones ahora están puestas en si habrá una segunda colocación a menos tasa, luego de que el Bonte empiece a circular en el mercado secundario con una compresión, ajustada por la inflación esperada. El tipo de corte se fijó en 29,5% nominal (31,7% efectivo anual), casi idéntico a la tasa a 1 año Lecap. Con los bonos vinculados a CER descontando una inflación promedio cercana al 10%, la tasa implícita de la inflación en cinco años supera el 20%. Por eso esperamos una compresión significativa del rendimiento en el mercado secundario”, señaló Adcap Grupo Financiero.

“Dado que los inversores internacionales que compren el bono en el mercado secundario deben vender sus dólares en el mercado oficial y permanecer en pesos al menos 180 días antes de poder repatriar los fondos, la demanda extranjera podría verse limitada, lo que a su vez acotaría la potencial compresión”, indicaron los expertos de Portfolio Personal de Inversiones (PPI).

AM-/fl