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Una solución europea para los hogares argentinos: cuál es la última tendencia en las construcciones

Hay una tendencia que no tiene vuelta atrás tras las reducción de los subsidios energéticos: las tarifas de la luz y gas más altas llegaron para quedarse. Esto hace que muchas familias tengan que pensar en métodos modernos para aislar térmicamente sus hogares. 

28-5-2025-Construcción
. | CEDOC PERFIL

Hay una tendencia que no tiene vuelta atrás tras las reducción de los subsidios energéticos: las tarifas de la luz y gas más altas llegaron para quedarse. Esto hace que muchas familias, que en invierno sufren de las bajas temperaturas, pero en verano hace mucho calor, tengan que pensar en métodos modernos para aislar térmicamente sus hogares.

Es por eso que la clase media, principalmente, está implementando cambios en sus casas para buscar reducir la necesidad de uso de distintos tipos de energías en verano o invierno. Pero el otro problema que aumentó en ciudades como Buenos Aires es el ruido. Los colectivos y autos circulan por las grandes avenidas provocando un ruido muy molesto y que molesta mucho a las personas que hacen homeoffice o que necesitan descansar. Ante este doble desafío (ahorro energético y confort acústico), las soluciones europeas en materia de aberturas, especialmente las ventanas de PVC con doble vidrio, se posicionan como una respuesta integral y eficiente.

Ventanas de PVC con doble vidrio: tecnología europea adaptada al hogar argentino

La adopción de ventanas de PVC con doble vidrio, también conocidas como DVH (Doble Vidriado Hermético), representa un salto de calidad en la construcción residencial argentina. Inspiradas en los estándares europeos, estas ventanas combinan materiales de alta durabilidad con tecnologías de aislamiento avanzadas, adaptándose perfectamente a las exigencias del clima y la vida urbana local.

El PVC, o policloruro de vinilo, es un material que ha revolucionado la industria de las aberturas por su resistencia a las inclemencias climáticas, su bajo mantenimiento y su capacidad para mantener sus propiedades a lo largo del tiempo. El PVC ofrece un aislamiento natural superior, evitando filtraciones de frío o calor y contribuyendo así a la eficiencia energética del hogar.

La clave de estas ventanas está en su doble acristalamiento. Dos placas de vidrio separadas por una cámara de aire o gas inerte forman una barrera que minimiza la transferencia térmica y acústica entre el interior y el exterior. Esta tecnología, ampliamente utilizada en Europa desde hace muchos años, permite mantener una temperatura interior estable durante todo el año, reduciendo la necesidad de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano.

Aislamiento acústico: una necesidad creciente en las ciudades argentinas

El aislamiento acústico que ofrecen las ventanas de PVC con doble vidrio es otro de sus grandes atributos. En ciudades como Buenos Aires, donde el ruido de colectivos, bocinas y obras en construcción puede ser constante, contar con un hogar silencioso se ha convertido en un verdadero lujo. La según datos de la Organización Mundial de la Salud, la exposición prolongada al ruido puede generar problemas de salud, desde trastornos del sueño hasta efectos cardiovasculares y disminución del rendimiento cognitivo.

Las ventanas de PVC, gracias a la combinación de perfiles gruesos y el sistema DVH, pueden reducir la entrada de ruido exterior hasta en 48 decibeles, lo que equivale a transformar el bullicio de la calle en el murmullo de una oficina tranquila.

Durabilidad, confort y diseño: ventajas frente a las alternativas tradicionales

La durabilidad es otro factor determinante al elegir ventanas para el hogar. El PVC es un material que no se oxida, no se deforma con el paso del tiempo y requiere un mantenimiento mínimo, a diferencia de la madera o el aluminio tradicional. Además, las ventanas de PVC modernas ofrecen una amplia variedad de diseños y acabados, permitiendo adaptarse tanto a construcciones nuevas como a proyectos de remodelación sin sacrificar estética ni funcionalidad.

El confort que proporcionan estas ventanas va más allá del ahorro energético y el silencio. Se traduce en una sensación de bienestar constante, con ambientes interiores protegidos de las temperaturas extremas y del ruido exterior, permitiendo disfrutar del hogar en cualquier estación del año.

Un punto clave es que en general, la instalación de este tipo de ventanas requiere de no realizar grandes obras en el hogar, ya que muchas veces se puede usar la estructura existente. Esto ahorra muchísimo tiempo y dinero, además de que el valor de la inversión en la ventana volverá tarde o temprano gracias a una reducción en nuestra tarifa mensual de luz o gas.

Reducir la factura mensual, el objetivo de muchas familias

Como podemos ver, cada vez se le da un lugar más importante a la eficiencia energética y el confort acústico en la construcción de viviendas. Más allá de la suba de tarifas de luz y gas, existe una necesidad de buscar soluciones que permitan optimizar el consumo sin resignar calidad de vida. Es por eso que en este escenario, la adaptación de tecnologías europeas como las ventanas de PVC con doble vidrio se presenta como la mejor opción para los hogares argentinos, combinando durabilidad, aislamiento y confort en una sola solución.

El desafío de transformar los hogares en espacios más eficientes, silenciosos y confortables está al alcance de quienes se animan a invertir en innovación y calidad. Las ventanas de PVC con doble vidrio no solo representan una respuesta a las demandas actuales, sino también una apuesta segura al futuro del bienestar en la vivienda argentina.