COLUMNISTAS
Estado y política exterior

Una ética del discurso

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Andrew Linklater. Académico, heredero de la Escuela de Frankfurt. | cedoc

Frente a la presencia de fuerzas profundas anticivilizatorias y premodernas que las ciencias sociales y las humanidades no logran comprender, las teorías críticas en el pensamiento de Andrew Linklater pueden iluminar el oscurantismo reinante.

Este autor, heredero de la Escuela de Frankfurt en su linaje más kantiano y comunicativo de Habermas, plantea la necesidad de profundizar el proyecto inacabado –y ahora forzadamente interrumpido– de la modernidad. Entendiendo por este, la permanente búsqueda de la autoconciencia de la libertad (Hegel) en su dimensión social e internacional.

Ya en su texto The Changing Contours of Critical International Relations Theory (2001), nos planteaba la necesidad de ampliar y reforzar la “comunidad del habla universal” fundamentada en la diversidad de voces y la tolerancia. Conceptos que tensionan con las voces elevadas permanentemente que imponen verdades parciales e intencionadas en desmedro de la libertad real de la vida colectiva y global.

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Esto fue contundentemente afirmado en su capítulo de una obra más extensa que tituló The Achievements of Critical Theory (1996) y en otro texto, The Politics of Dialogical Communities and Civilising Process (2005). En el primero menciona que “la Teoría Crítica mantiene su fe en el proyecto de la ilustración y defiende el universalismo en su ideal de un diálogo abierto no solo entre los ciudadanos sino, más radicalmente, entre todos los de la raza humana”. Frase que nos invita a superar el algoritmo antisocial que destaca los extremos violentos y deja marginadas las voces equilibradas en búsqueda de consensos que construyeron la modernidad política en libertad.

Ya en su obra inicial, Men and Citizens in the Theory of International Relations (1990), nos invita a considerar el rol del Estado, que en su función activa de delimitar fronteras genera exclusiones a los seres humanos ajenos a sus límites y favorece actores comerciales que están en su territorio. En su versión minimalista –ilusoriamente en desaparición– favorece las fuerzas que “naturalmente” concentran lo real y lo simbólico.

La profundidad de su pensamiento se despliega en The Transformation of Political Community, Ethical Foundations of the Post-Westphalian Era (1998), en el cual propone un replanteo de la organización internacional en base a tres principios performativos: en primer lugar, la urgente necesidad de universalizar determinados principios y derechos. A nuestro entender, construir una comunidad internacional basada en el multilateralismo y la búsqueda de instituciones colectivas que resuelvan los problemas sustantivos del orden global. En segundo lugar, un replanteo profundo de las desigualdades estructurales internacionales. Aquí sostenemos que –en paralelo a la dimensión ética de este tema globalmente problematizado– lo que está en juego es la propia capacidad del planeta de sostener un modelo de desarrollo antiecológico. En tercer lugar, el pleno reconocimiento moral y legal de la diversidad en todas sus formas. En este sentido, el acuerdo social democrático internacional sobre un Estado de bienestar inclusivo debe ser el pilar central de una nueva configuración de la sociedad internacional.

Coincidimos con el autor, que frente a la barbarie de la exclusión y el regreso a una premodernidad –ahora líquida– se propone una “ética del discurso” que apunte a la plenitud de: 1) una libertad enmarcada en las condiciones distributivas para su ejercicio, que es la justicia social internacional; 2) un derecho a las diferencias, que es la consagración del proyecto de la civilización humana en plenitud, y 3) nuevas formas profundas y consolidadas de solidaridad como acuerdo de los Estados en base a principios éticos sustantivos e intersubjetivos.

Con una influencia habermasiana y una mirada aspiracional en la Unión Europea, entendemos que se puede edificar un Estado liberal y social-democrático y una “política exterior ética” que tenga como centro al ser “humano”.

*Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Austral.