"Tan solo 136 días le llevó a Elon Musk terminar de mostrar lo que realmente sentía por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump", observó Cecilia Degl’Innocenti al introducir en la rueda informativa del programa "Desde el canil" su análisis sobre la escandalosa ruptura de la relación entre el presidente estadounidense y su exfuncionario más cercano, el magnate sudafricano extitular del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
La fractura entre ambos marcó el fin de una alianza que alguna vez fue estratégica. Lo que comenzó como una colaboración cercana se transformó en un enfrentamiento público con acusaciones graves y consecuencias significativas para ambos. La periodista informó en el programa que se emite por Bravo TV de lunes a viernes a las 18 que "Trump busca minimizar el hecho. Musk fue una parte crucial de su armado electoral. En 2024 aportó casi 300 millones de dólares a través de los comités de acción política", explicó, en referencia al rol que el dueño de la red social X desempeñó para que el actual presidente pudiese sacarle ventaja a su contrincante, Joe Biden, con quien mantuvo en las elecciones una disputa muy reñida.
“Las batallas ya no se dan en los despachos, sino en las redes”, agregó Degl’Innocenti al referirse al intercambio de tuits que ambos hicieron en X. Musk acusó a Trump en un posteo de integrar la lista oculta del pedófilo Jeffrey Epstein, quien falleció en confusas circunstancias en prisión. Musk no presentó pruebas, en sintonía con su estilo y la impronta que gobierna la comunicación en la red social de su propiedad, antes llamada Twitter.
La periodista explicó que las diferencias entre Trump y Musk obedecen a disputas de poder por política y negocios, tensión que llegó a un punto de ruptura luego de que el presidente impulsara una reforma fiscal de vasos comunicantes con la ciberseguridad. Musk la rechazó desde un primer momento.
Del conflicto, cuyo alcance y derivaciones aún es incierto, también se hizo eco Steve Bannon, asesor de confianza de Trump. Bannon sostuvo que "hay que expropiar SpaceX" y además "deportar a Elon Musk": "Deberían iniciar una investigación formal sobre su estatus migratorio, porque estoy convencido de que es un inmigrante ilegal y debería ser deportado de inmediato”, dijo Bannon.
Los peligros de una economía Trump-Musk
Las acciones de Tesla (compañía de autos eléctricos de la que también Musk es propietario) cayeron un 14%, lo que supuso una pérdida de 153.000 millones del valor en capitalización bursátil. En el entorno de Trump ya se habla de un quiebre definitivo con la derecha tecnócrata que Musk representa, un bloque que fue crucial para sostener su imagen de modernidad y eficiencia durante su presidencia.
El distanciamiento entre Musk y Trump no es solo personal. Expresa una disputa de poder dentro del núcleo mismo del trumpismo donde confluyen intereses financieros, estratégicos y simbólicos. Lo que alguna vez fue una simbiosis entre el capital tecnológico y el poder político republicano hoy se exhibe como un campo de batalla mediático, ideológico y legal. Se asiste a una reconfiguración de alianzas en el seno de una derecha estadounidense fracturada, cuyas aún inciertas derivaciones "le podría costar la cabeza incluso al propio presidente", según expresó Degl’Innocenti.
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