Pedro Saborido: "El entretenimiento generó un presidente" 66p5x
El escritor y guionista declaró que Javier Milei irrumpió en la política de manera inesperada y con humor como parte de "la góndola de los productos" de políticos que ofrecen los medios de comunicación. 1i1z1g
El escritor y guionista Pedro Saborido aseguró que el presidente Javier Milei llegó a la Casa Rosada de manera inesperada luego de ingresar en la “góndola de productos” de los medios de comunicación. “Milei es alguien marginal a todo lo que se suponía que podía ocurrir”, observó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Pedro Saborido es escritor, guionista, productor y director de radio, teatro, cine y televisión. Junto con Omar Quiroga crearon el programa “Saborido y Quiroga” en Radio Mitre, que ganó el Martín Fierro en 1992 y escribieron guiones para los humoristas Mario Sapag y Tato Bores. Fue parte del equipo creador del programa de humor “Delicatessen”, “Todo por dos pesos”, “Peter Capusotto y sus videos”. En 2017 recibió el diploma al mérito en la disciplina Humor de los premios Konex. Lleva varios libros publicados, como “Una historia del Conurbano”, “Una historia de vida en el capitalismo” y “Una historia de amor”. Actualmente recorre el país junto con Felipe Pigna en el espectáculo “Historias Argentinas”, que combina análisis con humor.
Cristina Kirchner confirmó su candidatura y estallaron las redes con las reacciones
¿Hay determinismo en la historia? Algo así como hegeliano, en el cual la historia tiene su propia flecha ascendente, en una dirección determinada…
A veces uno piensa que es así, y por eso puede llegar a ser una fantasía. Por eso existen las encuestas, los horóscopos y los cálculos que buscan esa flecha. Creo que esa fantasía muchas veces surge de mirar la historia hacia atrás, y ver que hubo causas que llevaron algo hacia un lugar, entonces uno quisiera hacer esos cálculos. Podría darse la misma discusión sobre si la historia, en realidad, tiene un libre albedrío y va para donde quiere ella, y no para donde uno calcula que va a ir. Lo que vivimos hoy en Argentina, “tan extremo como impredecible”, como mencionas en la promoción de tu libro, tiene que ver con eso. Nadie lo imaginaba.
A veces, cuando yo miro las pantallas de los celulares, pienso en Chaplin. ¿Qué diría Chaplin, que hacía su cine tan artesanal, si de pronto le mostrara un aparato donde, tocando simplemente una pantalla, podés acceder a cualquier conocimiento? ¿Quién pudo haber predicho esto? En las fantasías siempre aparece un Julio Verne o alguien que anticipó y que dibujó desde la ciencia ficción algo parecido. Vemos las cosas que han coincidido, no las que no han coincidido. Me gusta mucho la promoción de tu libro porque es muy sintético: no esperábamos algo tan extremo. Creo que no esperábamos algo tan extremo. No estaba en los cálculos.
Antes de las elecciones, mucha gente que sabe mucho de política, y que tiene estudios universitarios que pueden acreditar su pensamiento, frente a la posibilidad de que sucediera esto, tenían una especie de negación, a partir de no poder tenerlo dentro de su lenguaje, o dentro de sus posibilidades, o dentro de su imaginación. Decían que no podía ganar. ¿Por qué? “Porque no puede, porque no puede ser”, contestaban.
Entonces, cuando preguntás si puede ser determinante, a veces pienso que la historia funciona, o todos funcionamos, como una de las leyes newtonianas, la de la acción y reacción. Esa que dice que cuando viene algo de determinada fuerza, va a aparecer algo en sentido contrario. Una vez, con Diego, habíamos puesto en uno de los sketches de “Micky Vainilla”, que después de tanta intensidad de izquierda e institucionalización, la transgresión iba a venir por derecha, cuando se suponía que la incorrección política y la transgresión era un capital absoluto de las izquierdas. Sucedió que no, que del otro lado también pueden salir del clóset.
Me hago esta pregunta, que es clásicamente hegeliana. Si Milei no es Milei, y es el cuerpo que usa la historia para esta época, como un significante de ese “no puede ser”, y si existieran condiciones de posibilidad y los líderes fueran resultado de algo que los trasciende, quería preguntarte por el humor. Hay cosas que se podían decir hace 20 años, 30 años, y hoy no se pueden decir, o al revés. ¿Por qué los videos de Capusotto tienen una actualidad absoluta, a pesar de que han pasado más de una década?
El humor siempre va a estar delimitado por aquello que no se puede decir de otra manera. Por eso lo decimos en forma de chiste, y por eso nos provoca. ¿Por qué nos va a provocar gracia? Porque precisamente rompe la lógica. Es aquello que es disruptivo. Entonces, una cosa que es correcta nunca hace reír. Algo que corresponde nunca hace reír. Lo que hace reír siempre tiene que ver con aquello que no se puede terminar de dilucidar en una época. También es lo que indigna, porque lo que a algunos les hace reír, a otros les indigna y el humor siempre tiene una provocación: lo que a vos te puede hacer reír, a otra persona no le puede despertar risa, sino indignación. Hay cosas que sí son universales, como una persona cayéndose sentada dentro de un secarropa Kohinoor, siempre es gracioso. Es gracioso acá, en Bélgica y en cualquier época.
Al mismo tiempo, hay cosas como los chistes de (Pepe) Biondi, de cuando éramos chicos. Tenían que ver con que, si alguien era calvo, si usaba lentes y veía poco o si una señora era gorda. Nelly Láinez siempre decía que su papel era “la fea”, de la que nos reímos porque pretende que alguien la quiera. Eso hoy jamás nos causaría humor. Hoy sería algo digno de ser cancelado. Es decir, hoy sería transgresor hacer eso. Y hace 30 años eso era lo que se denominaba “humor blanco”. Hace 25 o 30 años, hacer chistes en Argentina sobre la Iglesia era algo difícil. Hoy cualquiera puede hacer chistes. De hecho, nosotros hacíamos “Jesús de Laferrere” con Diego Capusotto, y hablamos con muchos curas, y se divertían mucho. Es decir, también el humor es un momento donde nos permitimos decir algo sobre nosotros. No nos ofendemos sobre nosotros mismos.
Micky Vainilla, uno de los personajes de “Peter Capusotto y sus videos”. 3e6e13
Dicho esto, sí, creo que a veces el humor se anima jugando a eso que podemos decir que no va a suceder. Y en este caso, pasó. Pero no porque nosotros tuviéramos características premonitorias, simplemente por un montón de cosas. “Micky Vainilla” no surgió de haber analizado o hacer una parodia de algún partido marginal de derecha neonazi, sino de lo que dijo una recepcionista en el lugar donde trabajábamos. Surgió de un nazismo, si querés, de cabotaje, mínimo, cotidiano, de todos los días. Ese es el que por ahí no ves, porque lo tenés al lado. Obviamente, si ves a Biondini, vas a decir: “Uy, este tipo es de derecha”. Pero después hay un montón de nazismos pequeños y cotidianos con los que convivís. Son casi invisibles, porque convivís. Son como la carta de Poe: son tan evidentes que no les das importancia. Y un día decís: “El entretenimiento generó un presidente”. No había pasado hasta ahora.
En una entrevista dijiste textualmente: “Los hijos de puta salieron del placard y se alimentan de nuestra indignación”. ¿Se te ocurre una alternativa que permita salir de ese círculo de indignación, impotencia y denuncia que parece fortalecer la crueldad? ¿No creés que es un momento para volver a hacer aquello de “Micky Vainilla” y “Peter Capusotto y sus videos”, que podría ayudar a frenar a la derecha ridiculizándola? ¿Sentís en algún momento como una especie de reclamo de participar en el discurso público con eso hoy en día?
Sinceramente, hoy me resulta difícil imaginar qué. Creo que es tan nuevo y, a veces, cuando aparece algo nuevo, necesita un tiempo de reflexión. No solamente es imaginar la teoría de cómo combatir algo, sino encontrar las efectividades. A veces los chistes, más que buscarlos, se encuentran. Aparecen. Cuando vos en tu programa hablás de “la revolución de la moderación", quizás hoy la moderación es una transgresión, pero hay que explicar por qué conviene. ¿Por qué se dice que esa moderación, que ese diálogo, que esa cautela, es algo despreciable simplemente porque lo es? Muchas veces la pasión tiene tan buena prensa, y a veces la pasión nos lleva a lugares espantosos.
Puede haber mucha pasión para ser moderado en esta época…
Está bien. Quizás es eso, sí. También entender y poner eso como un valor de saber que eso conviene, que eso no lastima. De pronto, uno no entiende si es una maniobra o es un descuido que una persona que desprecia a los discapacitados esté a cargo de un organismo que tenga que ver con los discapacitados. Entonces, uno no sabe si eso es producto de una mente brillante, perversa, o simplemente es un malentendido.
La historia está llena de un montón de cosas que no suponemos que iban a ocurrir. Simplemente ocurren. A veces pienso cuál fue el "punto jonbar", como se dice en la ciencia ficción. Es ese momento minúsculo que determina un cambio tremendo en la historia y se puede asociar a la teoría del caos. Como el día que una persona que ayudaba a Perón en sus quehaceres domésticos, se le dobla el tobillo, necesitan a otra persona y aparece López Rega. Mirá cómo cambió la historia porque alguien se dobló el tobillo.
Está claro que estamos asumiendo que estamos en una época donde el entretenimiento llega a un lugar donde ha generado un presidente. No había ocurrido. Sí había generado algún líder del entretenimiento, como Evita, o alguien que entró en la política por famoso como Scioli o Palito Ortega gobernador. Pero no alguien que haya hecho el escalafón político como lo hizo Milei, que simplemente apareció en dos actos. Y fijate que lo hizo con mucho humor. Porque lo que se festejó siempre de Milei fue la gracia que provocaba en sus apariciones televisivas. El Milei agresivo aparece después. El primero aparece disfrazado, se divierte, es un personaje del entretenimiento. Y así fue como fue llegando a un montón de lugares.
Me acuerdo de la Asociación de Televisión de los Estados Unidos, orgullosa con que había un protagonista de la televisión que había llegado a presidente, por Donald Trump. Años antes, la industria del cine había estado orgullosa porque un actor de cine, Ronald Reagan, había llegado a la presidencia. Incluso la Asociación de Editores de Revistas de Estados Unidos estuvo orgullosa cuando Malcolm Forbes llegó a ser candidato a presidente. Lo que podemos decir es que los medios de comunicación han creado presidentes en todas partes del mundo. Cristina calificó ayer a Milei no como outsider, sino como marginal. “Outsiders” pueden ser Macri o Trump, pero eran personas con poder. Me da la sensación de que ella lo que está transmitiendo acá es que aparece alguien que, sin poder, logra llegar a presidente. ¿Te genera alguna reflexión?
Quizás es un “outsider” de mi propia capacidad de imaginar algo. O sea, es marginal en mi mundo de posibilidades, en un sistema que yo establezco.
Fuera de la campana de Gauss, en los extremos.
Exactamente, es marginal, pero desde mi mirada. No estoy diciendo con esto que Cristina tenga una mirada alienada, simplemente que lo describe a partir de alguien que no estaba dentro. Es alguien marginal a todo lo que se suponía que podía ocurrir, como alguien que fue concejal, después fue intendente, fue ministro, fue asesor y cumplía con todos los requisitos de conocer el Estado. Simplemente fue algo sobre un territorio que también hay que entrar ya a considerar que es parte de la política, que es la discusión en los medios. La discusión en los medios es un territorio de la política. Los políticos utilizan los medios incluso para mandarse mensajes, como diciendo: “Che, Remo Constanzo se sacó una foto al lado de Carlos Cobra, enviándole un mensaje a Adelina de Alessio de Viola, de esta manera”. ¿Por qué no lo llamó y se lo dijo? Entonces los medios de comunicación aparecen con un poder, porque son los que manejan la góndola de los productos que son hoy los políticos.
El humor siempre jugó un papel en los momentos difíciles. La revista Humor para los más jóvenes fue, durante la dictadura, el medio de comunicación que generó un discurso crítico. En Brasil también había una publicación que se llamaba Pasquim, que también era crítica. En Chile se llamaba The Clinic, y era todo un chiste, porque en The Clinic fue donde a Pinochet lo habían colocado preso. En otras épocas se puede mencionar a Tato Bores o a Landrú, que era otro humorista. ¿Qué tiene el humor hoy para decir en la era de Milei?
Creo que hoy el humor es parte de la batalla cultural porque no hay un humor que sobrevuele la política, sino que el humor está trabajando o funciona desde sectores políticos. Hay un humor que hace Nik, que va a hacer reír a los que siguen a Milei, y hay un humor que pueden hacer en El Destape, que va a hacer reír a aquellos que están en contra de Milei. Tiene una participación más activa, decidiendo de quién se ríe. No se ríe de todos. Se ríe de aquello que quiere atacar. ¿Por qué? Porque el humor fue perdiendo la categoría de ser algo exclusivo de los humoristas, sino que los periodistas, los políticos y los conductores de televisión también hacen cosas con humor. De hecho, no hay programas casi humorísticos. No hay programas humorísticos. El humor está diluido en la participación de los periodistas en los noticieros y en las redes. Es muy probable que aquella persona que no ataque a ninguno, ni siquiera hable de política. No veo un humor que se ponga a hablar de uno o del otro. Creo que pertenece a los sectores. No creo que haya un humor hoy que esté por encima o por debajo de los dos sectores de los que vivimos. Me parece que hay un humor para la derecha y un humor para los sectores más de izquierda o centro. Vamos a permitirnos la licencia de llamarlos así para simplificar.
¿Por qué libros?
¿Libros? ¿Por qué hago libros? Porque es como una especie de reacción a tantos años de hacer televisión, y de tener que estar pendiente de muchos factores, como la producción, el video o el vestuario. Es una tarea solitaria, donde me encuentro con muchos más límites. Básicamente, no lo tengo a Capusotto. Imaginate ya todo lo que tengo que trabajar para reemplazar un poquito a Capusotto, aunque sea, que te va a resolver el 90% de todo. Entonces los libros me permiten un lugar más tranquilo, más íntimo, más epocal, si se puede usar esa palabra, que no es muy agradable, en donde uno no está pendiente. Ya con Diego queríamos trabajar eso y queríamos salir de la agenda constante. Por ahí, parte de esa vigencia que todavía tiene el programa, como pretendo con los libros, es que hablen de una época, o hablen de una circunstancia o de un territorio. No de algo que está ocurriendo hoy, y que está manejado por la agenda de la actualidad, que no es la de la realidad. Es la de la actualidad.
Creo representar a casi todo el mundo cuando digo que extrañamos los videos. Ojalá los libros te cedan el espacio creativo para que vuelvas a la televisión, que entiendo que es bastante complejo. Quiero felicitarte por la resistencia, por la diversidad, mandarte un abrazo grande y seguir diciéndote que esperamos que vuelvan los videos de Peter Capusotto.
Pero van a volver. Si tienen que hacerlo, lo van a hacer.
Es decir que, si la historia crea las condiciones de posibilidad, van a volver.
Lo van a hacer naturalmente. Se van a hacer solos, no va a hacer falta que los forcemos. Mientras tanto, se pueden ver los otros.
TV
También te puede interesar 6h5z52
-
Un nombramiento multimillonario puso bajo la lupa la "diplomacia de la libertad" de Javier Milei 6160e
-
Escándalo: Cancillería censuró una muestra de arte por una artista marcada 374ik
-
Javier Milei cree que Cristina Kirchner "arrugó a jugar la grande" con su candidatura bonaerense 4c4q6c
-
En línea con Javier Milei, el gobernador de Salta eliminará planes de Anses que cobran los extranjeros no residentes 35o9