Mientras el equipo económico sigue soñando con el dólar colchón", en las operaciones de este viernes por primera vez, marcando una circunstancia inédita, el dólar blue quedó debajo del mayorista que se negocia en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
El detalle mostró que la divisa mayorista registró su mayor suba en más de tres semanas, a $1.183, mientras que el minorista rozó los $1.200. Por su parte el Blue cerró cotizando a $1.170.
El billete de Banco Nación también se disparó hasta los $1.195 para la venta, movidas que los especialistas adjudican a importaciones y demanda para viajes al exterior.
En el segmento mayorista, el dólar extendió su avance y escaló $23 (+2%), a $1.183 para la venta. En tanto, el dólar futuro operó con subas en todos sus plazos.
En cuanto a los futuros, el mercado proyecta un aumento del 14,1% en el tipo de cambio oficial, que cerraría 2025 en los $1.349,50, según los precios pactados en el índice Rofex.
Las reservas del BCRA bajaron en 78 millones de dólares, quedando en US38.364.
Por su parte, el minorista operó a $1.199,79 para la venta en el promedio de las entidades financieras que publica el Banco Central, con un alza de $19,79 frente al precio del miércoles, y opera por encima tanto del blue como del MEP.
El CCL, en tanto, subió $12,54 (+1,1%) a $1.187,87, mientras que el MEP crece $9,62 (+0,4%) a $1.174,42. En el mercado cambiario los ingresos del sector agroexportador continúan a buen ritmo y colaboran para alimentar los pedidos de compra que se incrementaron en los últimos días y que llevaron los valores a tocar máximos en el mes próximo a finalizar.
En este escenario, el Ministerio de Economía celebró la colocación el miércoles de USD 1.000 millones en un bono suscribible sólo para inversores externos, aunque a una tasa considerada elevada, del 29,5%. La operación generó por un lado elogios porque representó la vuelta del país al mercado crediticio internacional, pero también fueron numerosos los especialistas que destacaron lo elevado de la tasa, que no hace sino castigar los reiterados inclumplimientos del país en los últimos años.
Se trató de la primera emisión de este tipo en siete años, que aún siendo de legislación argentina, constituyó un testeo con vistas a un retorno a los mercados globales. El tipo de tasa de interés que tuvo que pagar el Palacio de Hacienda por la vuelta a los mercados globales de casi el 30% en pesos marca todavía un alto grado de incertidumbre del mercado respecto a la economía local.
NA/HB