Acusan a los menonitas, grupo religioso protestante, de destruir el bosque. Líderes de la colonia menonita denunciaron que los indígenas los atacaron con "flechas y machetes".
Los menonitas arribaron en 2016 desde Bolivia a Masisea, localidad limítrofe con Brasil. Compraron grandes extensiones de tierras para la cría de ganado y cultivo. Además, del comercio de arroz y soja.
Conforman un enclave de 63 familias que viven en 3200 hectáreas. Son autosuficientes, se oponen al mestizaje, no usan energía eléctrica y se surten de generadores a combustibles. Los indígenas los llaman "las termitas del bosque".
Un dirigente indígena defendió el accionar. "Ellos deforestan, es un crimen ambiental que ellos hacen", sostienen.
Cerca de 800 indígenas viven a orillas del lago Imiria. Sobreviven de la pesca, y la agricultura. No tienen electricidad ni agua potable. Su territorio abarca una 4800 hectáreas, y sostienen que cerca de 800 fueron invadidas por los menonitas. Aseguran que sacaron a los religiosos de su territorio, sin violencia.
Perú imputó y pidió cárcel para 44 jefes de familias protestantes por la destrucción de 900 hectáreas de bosques primarios.
Ellos alegan que compraron tierras legalmente que ya estaban deforestadas, y aseguran que cuidan el bosque. Se cree que los menonitas destruyeron al menos 8660 hectáreas.