Después de semanas de movilizaciones, cortes de calle y reclamos, el predio Urkupiña S.A. de la Feria de La Salada confirmó que volverá a operar comercialmente a partir del lunes 16 de junio, según autorizó la fiscal interviniente. La decisión fue comunicada oficialmente por la istración a través de sus redes sociales, y contó con la participación de autoridades del Municipio de Lomas de Zamora y del gobierno bonaerense.
"Procedimos a convocar al personal de limpieza y mantenimiento para reacondicionar las instalaciones", señalaron. Además, recalcaron que la reapertura fue autorizada en cumplimiento de nuevas exigencias legales: “Recordamos el cumplimiento de las obligaciones fiscales, laborales, comerciales y la prohibición de venta de indumentaria en violación a la ley de marcas”.
Qué pasará con los otros predios
La feria Urkupiña es apenas una de las tres que conforman el complejo de La Salada. Las otras dos, Ocean y Punta Mogote, siguen clausuradas. Si bien el juez federal Luis Armella habilitó el levantamiento de la clausura para los tres predios, solo Urkupiña recibió la autorización para reabrir en el corto plazo. Según fuentes judiciales, la reapertura de los demás espacios se definirá en los próximos días.
La causa por la que fueron clausuradas se enmarca en una investigación sobre evasión fiscal, asociación ilícita, lavado de dinero y violación a la ley de marcas. Entre los principales acusados se encuentran Jorge Castillo, Aldo Presa, Antonio Corrillo Torrez y Enrique Antequera (actualmente prófugo), quienes habrían generado "ganancias millonarias informales que luego ingresaban al circuito económico formal".
Nuevas condiciones para funcionar
Las nuevas reglas de funcionamiento impuestas por la Justicia contemplan un plazo de 90 días para que cada predio designe nuevas istraciones. Estas deberán presentar registros contables, informes mensuales de movimientos económicos, registros de alquiler de puestos, e incorporar sistemas bancarizados para los pagos. También deberán garantizar condiciones laborales formales para los trabajadores.
En paralelo, un veedor judicial y representantes de ARBA, ARCA, la Provincia de Buenos Aires y el municipio local serán los encargados de controlar el cumplimiento de estas condiciones.
Impacto social y presión gremial
El cierre de La Salada dejó a más de 50.000 personas sin actividad directa o indirecta, en un contexto económico ya deteriorado. Por eso, el Sindicato Único de Trabajadores de Ferias de Argentina presentó un amicus curiae ante la Justicia, que fue considerado por el juez Armella al momento de resolver la reapertura parcial.
La feria ya había sido blanco de investigaciones en años anteriores. En 2017, Castillo fue detenido tras un operativo en su casa de Luján, donde se enfrentó a tiros con las fuerzas de seguridad. Esa causa lo vinculaba a una asociación ilícita que extorsionaba a puesteros y cobraba alquileres ilegales en el entorno del predio.
En 2024, el gobierno de Estados Unidos volvió a ubicar a La Salada entre sus prioridades de vigilancia comercial. Un informe de la Secretaría de Comercio la incluyó en su lista de mercados críticos para la falsificación y piratería a nivel internacional. Allí se destaca que el predio facilita la venta y distribución de productos falsificados fabricados en las afueras de Buenos Aires y que funciona como un centro de atracción para compradores de Brasil, Uruguay y otros países de la región.
DCQ / Gi