Para explorar el planeta Venus, la Unión Soviética lanzó, en marzo de 1972, su sonda Kosmos 482. Pero la misión espacial sufrió una falla y la nave nunca pudo abandonar la órbita terrestre, por lo que permaneció durante más de medio siglo a la deriva. Hasta este sábado 10 de mayo, cuando se precipitó en nuestro planeta. La agencia espacial rusa Roscosmos, a través de su cuenta oficial de Telegram, confirmó la noticia: “Dejó de existir al salirse de su órbita y caer en el océano Índico”.
La Kosmos 482, cuyo diámetro original era de un metro y su masa menor a 500 kilos, ingresó en las capas más densas de la atmósfera a las 06.24 GMT, a 560 kilómetros al oeste de la isla de Andamán del Medio, luego se hundió en las aguas, al oeste de la capital de Indonesia, Yakarta.
“El descenso del aparato se controló mediante un sistema automatizado de alerta sobre situaciones peligrosas en el espacio cercano a la Tierra”, detalló Roscosmos. Durante los últimos días la comunidad científica había lanzado diferentes teorías, especulando si la sonda resistiría la reentrada y en qué lugar caería.

Roscosmos había afirmado que había muy pocas posibilidades de que la nave produjera daños al caer en nuestro planeta. Por su parte, la NASA remarcó que, al haber sido diseñada para soportar el paso por la atmósfera de Venus, mucho más densa que la terrestre, era lógico pensar que la sonda sobreviviera a la reentrada y cayera sin producir daños graves.
La sonda tiene una cubierta protectora de titanio semiglobular, y cuenta con un paracaídas de 2,5 metros para ralentizar su velocidad, aunque existían serias dudas de que funcionara de forma efectiva al tener más de cinco décadas de antigüedad y nunca haberse usado.
Roscosmos informó que, solo durante el 2024, en la atmósfera terrestre ingresaron 1981 objetos espaciales, algunos de origen natural y otros artificial.

El origen del nombre Kosmos 482
El nombre original de la sonda era 3V671, pero fue bautizada Kosmos 482 tras su fracaso, al ser esa la denominación que se le da a los artefactos que permanecen en órbitas circunterrestres tras fallar en sus misiones.
La sonda contenía equipamiento que estudiaría los flujos de partículas espaciales; gamma espectrómetros para determinar con exactitud la composición de la superficie de Venus y el contenido de amoniaco en su atmósfera; un fotómetro para la iluminación; y equipos para establecer con la mayor precisión posible la temperatura y la presión atmosférica.
La misión se frustró por un fallo de la cuarta etapa propulsora, que funcionó durante 125 segundos en vez de los 192 segundos que estaban planeados.
Tras un fallido intento de lanzarse en la trayectoria de transferencia a Venus, la sonda se separó en cuatro partes: dos permanecieron en órbita terrestre baja y cayeron 48 horas después; y las otras dos (la sonda de aterrizaje y la unidad de motor) ingresaron en una órbita más alta, explicó la NASA.
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