ECONOMIA
Alerta

Jorge Errecalde sobre la vacuna antiaftosa: "Hablamos de salud animal, salud pública y medioambiental"

La decisión oficial de facilitar la importación de vacunas veterinarias para abaratar los costos de los ganaderos en la Argentina abrió un fuerte debate interno, ya que especialistas alertan sobre la necesidad de atender en detalle los riesgos que podría implicar y la necesidad de fortalecer los controles en la importación. Por otra parte se pone foco en el momento de caída de la industria productora de vacunas en Brasil y la posible revitalización de la misma a costa de empresas radicadas en Argentina.

Vacunación Aftosa en Argentina
Vacunación Aftosa en Argentina | Diario Paraná

La importación de vacunas veterinarias que propuso el gobierno de Javier Milei abrió el debate público en la Argentina y puso en alerta a las 300 empresas que habitan el mercado local de fármacos veterinarios, que manejan un negocio de u$s 800 millones anuales y movilizan el empleo para unas 10.000 personas.

Es por eso que desde el sector privado se le planteó a la Casa Rosada, y a organismos como el SENASA, que se deben generar las condiciones para promover los controles efectivos de eficiencia, seguridad e inocuidad de los productos que se importen. Y allí, los plazos incluso podrían superar los tres meses mínimos para su verificación.

Así se planteó en las resoluciones 333/25 y 338/25, hecho que generó muchas dudas en los privados. Por ello, desde el SENASA se debió aclarar –entre otras cosas- que los 30 días establecidos para gestionar la aprobación de los productos importados, solo debe ser tomado a modo “orientativo”, entre otras cuestiones vinculadas al control en los ingresos.

Senasa
SENASA

En diálogo con el programa “Nuestra Tierra”, que se emite por Radio Perfil, estos temas fueron evaluados por el médico veterinario, Jorge Errecalde, quien además es presidente de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria (ANAC) y integrante de la Academia de Farmacia y Bioquímica“.

Al respecto, Errecalde indicó que “indudablemente cuando se empezó a aplicar la motosierra era evidente que no había otra solución. Pero en algunos lugares la motosierra es terriblemente brutal. Por ello, habría que cambiarla por un serrucho, después por una sierra y al final un cuchillo o un bisturí”.

“Por ello, se requiere ser un poco más fino cuando se avanzan en los recortes, y acá tenemos un ejemplo de algo que a mi criterio es un poco apresurado. No me atrevo a decir desprolijo, pero representa un problema para el país más que una solución, ya que esto se trata de la importación de productos veterinarios de otros países, y entre los mismos hay productos que son estratégicos”, comentó el especialista.

Guerras por las vacunas nacionales e importadas
Guerras por las vacunas nacionales e importadas

Medidas y reclamos de privados

El SENASA indicó en las últimas horas a las diferentes cámaras de la industria local que habrá medidas complementarias dentro de la política dispuesta para formalizar la apertura externa de vacunas veterinarias. Allí los laboratorios locales reclaman condiciones que deben regir para la medicina veterinaria local. Un tema que le fue presentado por cámaras como CAPROVE y CLAMEVET al titular del SENASA, Pablo Cortese, en las últimas horas.

En este sentido, Errecalde consignó que las decisiones adoptadas “no solamente” serán para abaratar los precios de la vacuna anti aftosa, sino que también se actuará sobre “otras vacunas, antibióticos, antiparasitarios, antimicóticos, todos productos de gran importancia en salud animal y humana, también en el medio ambiente”.

Aclaró que aquí “no estamos hablando exclusivamente de comercio, sino de salud animal y de salud pública y medioambiental. No es solo comparar dos expedientes, mirarlos rápidamente y decir, este sí o este no. Hay que hacer una serie de pruebas y existen riesgos trayendo productos que no han sido extensivamente probados: aprobar un producto en el país es un proceso de muchos años y mucho dinero”.

fiebre aftosa
Vacuna contra la aftosa

Resistencia a enfermedades

En este sentido, el titular del ANAV recordó que, más allá de la fiebre aftosa, en la Argentina se deben mantener activas campañas sanitarias para enfrentar “cepas resistentes” como las garrapatas en el Norte Argentino y sarna, y por ello refirió que “no cualquier producto puede venir sin pasar por las pruebas que se hacen en las zonas donde hay afectación de estas enfermedades”.

Consideró que más allá de la propuesta oficial (que plantea la apertura para adquirir en el exterior productos “equivalentes” a los que se pueden emplear en los diferentes tratamientos), países de la Unión Europea, Estados Unidos o Canadá, y Japón, incluso Brasil o Uruguay, pueden “tener buenos estándares pero se debería por lo menos hacerles un control de eficacia, seguridad e inocuidad, con la cepa de importancia en el país. Esto es fundamental y en 90 días de ninguna manera se puede hacer esto”.

Errecalde comentó que “existe por ello una tremenda desigualdad entre un laboratorio nacional presentando un producto en las mismas condiciones que importándose otro. Esto debería, de alguna manera acomodarse”.

HM / Gi