La vicepresidenta Victoria Villarruel sufrió un nuevo destrato el 25 de mayo, cuando el presidente Javier Milei, pasó junto a ella y le esquivó la mirada para no saludarla. Lo propio hizo el mandatario con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. Eso lo vio todo el mundo y fue una clara señal que todo sigue mal entre ambos. Villarruel siguió con su clásica sonrisa para las fotos y siguió como si nada. Para los libertarios, el gesto fue leído como un nuevo capítulo del desencuentro.
Ahora, la jefa del Senado prepara su propia estrategia para consolidar su supervivencia en la política. Y en ese sentido, echó a cuatro altos funcionarios de la Cámara Alta para reemplazarlos por gente propia. Desde hace un tiempo, su mano derecha es el abogado cordobés Emilio Viramonte Olmos, quien llegó a la estratégica Secretaría istrativa, que maneja los recursos de la Cámara Alta.
Pero el cargo de Viramonte Olmos también quedó resentido y el funcionario presentó su renuncia el pasado viernes, lo que fue ratificado en las últimas horas.
En la casa de la familia de Viramonte Olmos en Villa Allende se aloja la vice cada vez que viene a Córdoba. Pero sus planes van mucho más allá de sus escapadas a las Sierras. De hecho, ya está preparando su estrategia para hacérsela difícil a su examigo Javier Milei: quiere ser candidata a gobernadora de Buenos Aires en 2027 y para eso comanda un partido político, muy pequeño, que por ahora es sólo un sello.
Una jugadora de peso
“Victoria puede armar un lío bárbaro en Buenos Aires, dejando de lado la alianza de La Libertad Avanza y el PRO para estos comicios legislativos. Quién sabe cuánto irá a durar este ‘segundo tiempo’ de Mauricio Macri con Milei”, sostienen fuentes del Senado
Lo concreto es que en el PRO no son pocos los que ven a un frente con Villarruel como una salida elegante a la fuerte derrota que sufrió esa fuerza las elecciones porteñas, realizada el domingo 18 de mayo. A propósito, dirigentes, círculo rojo y medios se las arreglan para definir a esta compulsa electoral como de legisladores de la ciudad de Buenos Aires, cuando en buen romance los ciudadanos de ese distrito votaron para elegir concejales.
Volviendo a los planes de Villarruel, hay que decir que piensa que con Milei no hay vuelta atrás y, según fuentes parlamentarias, no tiene ninguna intención en retomar su relación política con el jefe de la Casa Rosada, ni con su hermana Karina Milei, con quien también está muy enfrentada.
La vicepresidenta conserva diferencia positiva cuando se analiza su imagen, lo que quiere decir en este caso que recoge más opiniones positivas que negativas de parte de la ciudadanía. ¿A quién le sacaría votos? A La Libertad Avanza, al PRO y a los sectores de la derecha más extrema que no están organizados. La duda es saber si Macri aceptaría una entente con la dirigente, aunque sabe que a su lado podría resurgir de las cenizas porque hoy su apellido está bastante devaluado.