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PANORAMA PROVINCIAL

Los socios bonaerenses de Schiaretti redoblan la presión para que sea candidato a diputado

Volvieron a la carga con un antiguo reclamo: quieren que lidere la boleta de Córdoba porque apuestan a que su victoria convertiría al sector en una fuerza importante de cara a los comicios presidenciales de 2027. Los schiarettistas le bajan el precio a los supuestos diálogos del exgobernador con Mauricio Macri y lo atribuyen a operaciones del PRO.

Juan Schiaretti, ex gobernador de Córdoba
Juan Schiaretti, ex gobernador de Córdoba | Cedoc

Horas después de conocido el acuerdo entre Nación y Córdoba por la Caja de Jubilaciones, Juan Schiaretti hizo las valijas y voló a Italia, seguramente con una sonrisa ancha por el resultado de las negociaciones.

El exgobernador se mostraba feliz, entre otras cosas, porque fue él quien inició, en 2022, las dos demandas para reclamar el pago de la deuda ante la Corte Suprema de Justicia. En la red social X (ex Twitter ) mostró su conformidad: “Que el Gobierno nacional haya reconocido formalmente la deuda ante la Corte, significa que teníamos razón”, aseguró Schiaretti. Y, en ese sentido, agregó: “Defender a Córdoba, defender los intereses de la provincia, es el compromiso con nuestra gente, que no abandonaremos jamás”.

Antes de subir al avión, repasó los últimos reclamos –cada vez más insistentes– de los del cordobesismo en la provincia de Buenos Aires para que presente su candidatura a diputado nacional con vistas a las elecciones del 26 de octubre. “Si vos querés que Hacemos crezca, en las legislativas tenemos que sacar un piso nacional de 10 puntos y Córdoba aporta la mitad, por eso tenés que ser candidato y ganar en tu provincia”, le rezongan los bonaerenses.

En Buenos Aires, la aventura nacional de Schiaretti logró incorporar a varios intendentes como Julio Zamora y al exministro kirchnerista Florencio Randazzo, entre tantos otros.

A eso se suma el pedido siempre moderado del gobernador Martín Llaryora, quién está convencido de que si el libertario Manuel Adorni gana en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Javier Milei y su hermana Karina querrán presentar en Córdoba una lista pura que dejará a Rodrigo de Loredo y Luis Juez con las manos vacías.

De Loredo tendría que enfilar hacia un PRO separado de Milei o arropado por el oficialismo radical, en el que tendrá que transpirar la camiseta para llegar a un lugar decente en una lista de candidatos.

Y Juez, aunque le quedan dos años de mandato en el Senado, le gusta la idea de pelear por la Cámara de Diputados y fajarse con De Loredo o buscar la revancha contra Schiaretti, aunque mucho de todo esto depende del presidente Milei.

No tan contundente


Quienes hablan a diario con el caudillo peronista cordobés afirman que ya no es tan contundente su rechazo a liderar la boleta de candidatos a diputados nacionales por el peronismo.

De todas maneras, insisten que seguirá esperando antes de expresar públicamente su decisión, “cosa que no ocurriría antes de julio”. Esto exasperará los ánimos de sus socios a lo ancho y a lo largo del país, salvo que envíe señales privadísimas a los quejosos en las que les ponga como condición que no lo cuenten o se baja.

Esa es una de las cosas que puede pasar en esta novela mientras algunos sectores del PRO agitan que Macri y Schiaretti volvieron a hablar después de mucho tiempo. Algunos voceros schiarettistas reconocieron que hubo “un par de charlas” pero sobre todo entre las segundas líneas. Le bajaron el precio a las conversaciones porque consideran que el expresidente “está en uno de sus peores momentos”, y prácticamente perdió casi todo su liderazgo sobre las personas que integran el partido que él mismo fundó.

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Por eso los peronistas cordobeses quieren saber poco y nada de integrar un frente opositor porque saben que otros caminos les pueden resultar más atractivos y rentables, electoralmente hablando.

Hoy, el peronismo está pensando decididamente en las elecciones de este año. Hasta hace poco parecía tener más sentido para ellos la compulsa electoral de 2027, cuando se vote para elegir cargos ejecutivos: presidente, gobernador e intendentes, que las de medio término.

Ahora, con el 17 de agosto como proa, el PJ empieza a bosquejar esquemas. Ese día se tendrán que entregar las listas de candidatos a diputados nacionales y allí se acabarán los silencios, los secretos y las estrategias para sacar provecho.

Hasta el momento, a Schiaretti no le ha ido mal escondiéndose de los medios y de la militancia. Su imagen sigue siendo altísima, aunque parece una estrategia retro. En algún momento, los votantes peronistas pueden cansarse de los líderes que transmiten sus ideas por redes sociales, evitan el o con la gente y jamás contestan preguntas. Eso también forma parte del juego de la democracia.

Llaryora la pelea

Mientras tanto, el gobernador se apresta a dar una dura batalla con estatales que no aceptan los incrementos salariales, que fueron un espejo de los que concedió Milei a nivel nacional. Vendrán días ásperos y habrá que ver cómo el mandatario provincial da esta pelea que, se insiste, será compleja y de largo aliento. “Nosotros sabíamos que el gran problema de 2025 serían los frente gremiales”, indicó un ministro provincial.

Espera que baje el riesgo país para salir a tomar deuda y honrar compromisos internacionales tomados en la istración anterior. La buena noticia es que el ministro de Economía nacional, Luis Caputo, autorizó ese pedido de auxilio económico. Lo que inquieta es el valor del riesgo país, porque de eso dependen los intereses que se cobren.

Llaryora, con un ojo ve la gestión y con el otro, los pasos que sigue su mentor Schiaretti. Una obra con final abierto. Habrá que ver si el resultado de la elección de concejales en Caba trae algo de luz.