Desde que pisó el predio La Agustina por primera vez, Daniel Oldrá no necesitó levantar la voz para ser escuchado. Su andar pausado entre las canchas, las manos cruzadas en la espalda, y esa costumbre simple de acercarse y preguntar “¿te sentís bien?” han cambiado la atmósfera en Instituto. Ya no es solo un grupo de futbolistas que entrenan; es un equipo que empieza a reconocerse, otra vez.
Los jugadores lo miran distinto. Hay cejas menos fruncidas, sonrisas que se escapan cuando nadie las espera. En los ejercicios, las piernas parecen más livianas y las conversaciones, menos acartonadas. El técnico albirrojo no llegó prometiendo revoluciones, pero su presencia sugiere algo más duradero: una sutil restauración de la confianza.
Mano a mano hemos quedado: la tercera definición entre Instituto y Argentinos Juniors
Y eso, entienden en Alta Córdoba, es la gasolina que necesitan para la llave de octavos de final del Torneo Aperura 2025. Es que Instituto entró casi por la ventana a esta instancia: lo hizo con un triunfazo en el clásico ante Talleres con todo el Mario Kempes en contra. Ahora, esperan seguir dando batacazos.
Es que en todas las encuestas en los medios porteños son unánimes: la llave la gana Argentinos Juniors. Nadie parece dudar. Claro, el ‘Bicho’ hizo méritos en este certamen para tener tal consideración: jugó muy bien y lideró su zona sin problemas.
"Nos ha tocado jugar con el mejor equipo del torneo, es un partido diferente. En el mata mata hay otras cosas que se juegan y es donde tenemos que ser inteligentes", afirmó el 'Gato' Oldrá en la semana.
Pero al fútbol hay que jugarlo, no hablarlo. Por tal motivo, en La Agustina prefieren que se hable así: confían en un domingo ‘glorioso’.
Y mucha de esa confianza está en el “efecto Oldrá”. El DT que llegó de Mendoza con gestos que no llenan tapas de noticieros, pero sí vestuarios; y los futbolistas saben que eso es trascendental para volver a dar de qué hablar.
