Esta madrugada en la ciudad de Bell Ville fueron detenidas ocho personas acusadas de presuntas estafas telefónicas cometidas desde la cárcel de Villa María. Tenían pedido de detención, pero habían logrado fugarse gracias a que dos policías -actualmente detenidos y acusado por encubrimiento- les avisó que iban por ellos.
El expediente está a cargo del fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier y se enmarca en una megacausa por corrupción en el Servicio Penitenciario.
Desde septiembre del año pasado se encuentran detenidos tres altos jefes del establecimiento villamariense, Néstor Gómez, Andrés Aciar y Edgar Arroyo.
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En la víspera, el juez de Control, José Milton Peralta, confirmó las prisiones preventivas de los tres y de otros siete imputados por haber conformado una asociación ilícita que permitió el ingreso de teléfonos celulares para uso de los internos y la consumación de un sinnúmero de estafas telefónicas desde la cárcel.
El juez también convalidó la responsabilidad de dos policías de Bell Ville, Santiago Mauricio Martín y Mauricio Marcos Agüero, quienes delataron la tarea investigativa de la Justicia y permitieron que los delincuentes se mantuvieran prófugos hasta hoy.
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Esta madrugada se realizaron 10 allanamientos en la ciudad de Bell Ville. Los ocho nuevos aprehendidos son: César Ariel Moyano, Sofía Macarena Moyano, Agustina Belén Martorina, Aylén Moyano, Maio Fonsfrías, Gimena Molina, Brisa del Valle Aguirre y Vanesa Mariela Aguirre.
La causa tiene, en total, 36 personas privadas de libertad, entre los cuales están los tres jefes de la cárcel de Villa María, dos policías bellvillenses y 31 civiles.