La semana pasada la Cámara 7a del Crimen recibió un escrito del exlegislador provincial y abogado, Aurelio García Elorrio. Allí ofrecía su testimonio y la incorporación al juicio de una grabación de charlas entre la periodista Mimí Spicher y el exministro de Salud, Diego Cardozo. Inicialmente, Spicher y García Elorrio fueron ofrecidos como testigos por los defensores de Brenda Agüero. Al cabo de las audiencias, consideraron que sus declaraciones no eran dirimentes y renunciaron a ambos testimonios. No fueron citados.
Quizás por esa razón el exlegislador se presentó espontáneamente. A su ofrecimiento el tribunal respondió que no era parte en el juicio y si los abogados que lo propusieron renunciaron al testimonio, debían respetar esa situación. No obstante, le sugirieron que si tenía elementos para denunciar, los llevara a una fiscalía de Instrucción.
Perfil Córdoba accedió al contenido de las grabaciones. No se presentan como una entrevista periodística, sino como charlas abiertas entre la periodista y el exministro, durante los últimos días de octubre y el 1 de noviembre del año pasado.
Una de las conclusiones de Cardozo en ese momento fue que los niños murieron por diferentes patologías.
“Yo dije el slogan madre sana, niño sano, me dijeron que lo diga”; “no hay indicio, es todo interpretación”; “se dirigió la investigación hacia el dolo y no a la mala praxis médica”. Son frases que expresa en esas conversaciones.
En su declaración en el juicio reconoció que pensó eso y pidió disculpas a los médicos por haber desconfiado de ellos. Al final dijo: “Después de 40 audiencias del juicio estoy convencido de que a estas criaturas las atacaron, fueron víctimas de ataques intencionales”. Claramente cambió de opinión al escuchar a los peritos y el análisis de toda la prueba oralizada.
La pata judicial. Un aspecto que, en cambio, omitió en su indagatoria en el juicio y sí le comentó a la periodista es la comunicación de Pablo Carvajal con el fiscal general adjunto, José Gómez Demel, quien –según dichos de Cardozo– supo sobre todo lo que acontecía en el Neonatal y le dijo al entonces secretario de Salud: “Esperá, juntá elementos y yo te voy a decir en qué fiscalía lo metemos”.
Comentó que Carvajal hizo desaparecer su celular –dijo que lo perdió– y allí están todas las conversaciones con Gómez Demel. En los audios también se lo escucha detallar la interna de la designación de sus defensores dispuestas “orgánicamente” por el gobierno. Primero era Darío Vezzaro, reemplazado por Germán Matheu. Esa modificación, explicó, hizo naufragar su declaración ante el fiscal Raúl Garzón donde iba a mostrar su análisis de las historias clínicas.
El fiscal Ruiz Moreno dijo que “la prueba contra Brenda Agüero es contundente” y pedirá su condena
En síntesis, Cardozo consideró que él y los médicos sospecharon de negligencia y mala praxis, pero que al cabo del juicio no le quedan dudas de que fueron “ataques criminales”. Cambió diametralmente su visión de los casos.
También respecto a sus abogados dijo ante los jurados que en noviembre del año pasado estaba muy enojado, revelando internas políticas en las que le soltaron la mano y por las cuales está muy dolido.
Es probable que el exfuncionario supiera que las grabaciones saldrían a la luz y decidió decir todo lo que dijo en el juicio, neutralizando el efecto que podría causar la publicación de esas charlas; salvo las omisiones de la pata judicial sobre las cuales permaneció callado. Quizás sus abogados le aconsejaron que no las revele.
Gómez Demel es el fiscal adjunto que puso el schiarettismo, mano derecha de Ricardo Sosa, que se mantiene en esas filas dentro de la interna político judicial.