La reciente firma de un acuerdo entre Estados Unidos y Ucrania ha reconfigurado el tablero geopolítico y profundizado la tensión con Rusia.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el analista internacional, Alberto Ruskolekier, quien expresó que, “Trump se siente ganador porque ya firmó un acuerdo”, en referencia al pacto sellado el 30 de abril entre Estados Unidos y Ucrania, que establece la creación de un fondo de inversión conjunto para la reconstrucción del país europeo. Este fondo, dividido en partes iguales entre ambos países, busca atraer empresas norteamericanas para la explotación de tierras raras y minerales estratégicos, claves para la industria tecnológica y militar.
Según el entrevistado, el acuerdo fue impulsado directamente por la frustración del presidente Trump ante la postura de Vladimir Putin. “Putin está pidiendo que renuncie Zelensky y que lo reemplace alguien nombrado por la ONU. Es un delirio, pero es su forma de no negociar nada”, explicó. En ese contexto, el pacto representa tanto una movida económica como geopolítica para Estados Unidos.
Una “protección implícita” para Zelensky
Aunque el acuerdo no incluye garantías militares explícitas, sí otorga a Ucrania una especie de respaldo indirecto. “Le da un paraguas de protección también adicional a Zelensky”, afirmó Ruskolekier, destacando que el fondo refuerza su posición política frente a Rusia y frente a sus detractores internos, que cuestionan la extensión de su mandato.
Zelensky, quien continúa como presidente a pesar del vencimiento de su mandato, cuenta con respaldo constitucional para mantenerse en el poder mientras dure el conflicto armado. “La propia Constitución de Ucrania le permite la extensión de su mandato en situación de guerra. Eso le da una validación constitucional”, aclaró.
La reacción rusa: bombardeo a Odessa
La respuesta de Moscú fue inmediata y contundente. Al día siguiente del anuncio del acuerdo, el 1º de mayo, Rusia bombardeó el puerto ucraniano de Odessa. Para el analista, esto forma parte de un lenguaje diplomático no verbal: “A veces hablan con bombardeos y a veces con reuniones”, resumió.
Sobre la posibilidad de una escalada del conflicto, el analista sostuvo que “Estados Unidos podría modificar su posición según sus intereses. Trump puede firmar hoy y negociar mañana en otras condiciones. Y Putin sabe jugar ese juego”.
Medio Oriente: el segundo frente caliente
En paralelo, las tensiones se multiplican en Medio Oriente. Las negociaciones entre Estados Unidos e Irán, que se desarrollaban en Omán, han fracasado. Washington exigía a Teherán el desmantelamiento de instalaciones nucleares, la cesación del enriquecimiento de uranio y control total por parte de personal estadounidense. “Irán no lo acepta. Quiere ser un foco de poder en la región y no va a ceder”, dijo Ruskolekier.
Como consecuencia directa del fracaso diplomático, Israel bombardeó el puerto de Lodeira en Yemen con apoyo de Estados Unidos. La ofensiva fue en respuesta a un misil lanzado desde ese territorio por los hutíes, que impactó en el aeropuerto internacional de Ben Gurión.
Para finalizar, Ruskolekier añadió: “Los países no tienen amigos, tienen intereses. Trump necesita tierras raras, y como con Rusia no hay avances, avanzó con Ucrania. Así está el mundo.”
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