El economista Isaac Rudnik analizó en Canal E los primeros efectos tras el levantamiento parcial del cepo al dólar y explicó por qué aún no se ven cambios estructurales significativos.
A un mes de la flexibilización parcial del cepo, Rudnik remarca que el impacto ha sido acotado. “En las primeras semanas hubo un incremento de la venta de dólares”, reconoció, aunque aclaró que este fenómeno “se explica por la liquidación de la cosecha y por ventas pequeñas del público”.
“No es de esperar un incremento más importante más allá de la liquidación”, sostuvo. Y subrayó que aún no se han flexibilizado las restricciones para las empresas, que podrían aportar mayor volumen al mercado cambiario.
Incertidumbre local e internacional
El economista destacó que el panorama sigue siendo volátil por dos factores clave: el escenario global y las decisiones del Gobierno. “Hemos navegado una incertidumbre importante”, sostuvo.
Respecto al contexto internacional, explicó que “hubo un momento muy crítico con los aranceles entre Estados Unidos y China, pero eso bajó”, aunque advirtió que “hay que ver por cuánto tiempo”. Sobre lo local, fue contundente: “El gobierno decía que no iba a haber revaluación, y de un momento a otro la hubo”.
Empresas: el factor pendiente
Según Rudnik, el impacto real de levantar el cepo se verá cuando las condiciones alcancen al sector productivo. “Hay que ver cuándo puede haber condiciones evaluadas por el Gobierno para poder levantar el cepo también para las empresas”, planteó.
Mientras tanto, consideró que lo que se ve hoy es un sistema con medidas parciales que generan resultados poco sostenibles. “Estamos en otro contexto, pero las reglas siguen cambiando y eso genera desconfianza”, afirmó.
Riesgos del blanqueo en un mercado frágil
Rudnik también se refirió a los efectos de medidas vinculadas al ingreso de dólares no declarados, en el marco del levantamiento del cepo. “Hay permanentemente medidas que apuntan a legalizar la entrada de divisas con origen dudoso”, alertó.
“Cuando hablamos de blanqueo, hablamos de situaciones no claras, realmente oscuras, sobre todo cuando son cantidades importantes”, remarcó, diferenciando de los pequeños ahorristas que sacan sus dólares del colchón.
La lógica del ahorrista en un país inestable
Consultado sobre el efecto esperado por el Gobierno, Rudnik fue tajante: “Es difícil que suceda, porque el que ahorra dólares no lo hace para el consumo diario”. En su análisis, el dólar cumple en Argentina una función de resguardo: “Es una medida de defensa ante posibles saltos inflacionarios”, explicó.
Y concluyó con una advertencia sobre la falta de previsibilidad del modelo actual: “En un país como la Argentina nunca estamos exentos de que sucedan cambios bruscos, más en esta situación de tanta flexibilidad”.