Las proyecciones de crecimiento de Uruguay fueron revisadas a la baja por organismos internacionales, pero el país sigue mostrando señales de solidez económica y política.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista Juan Sánchez, quien comentó que, “la CEPAL, el FMI y el Banco Mundial corrigieron las cifras de crecimiento a la baja”, al referirse al contexto regional. Aunque Uruguay había crecido cerca del 3% tras la pandemia, las estimaciones actuales oscilan entre el 2,5% y el 2,8%. “Igual seguimos creciendo, gracias a la estabilidad y a inversiones estratégicas como la de UPM”, sostuvo.
La planta de celulosa UPM fue clave en el repunte postpandemia. “Estamos hablando de una inversión de más de 3.000 millones de dólares, y exportaciones anuales entre 1.000 y 2.000 millones”, detalló Sánchez. Estas cifras permitieron sostener el crecimiento, aunque la desaceleración global y regional genera incertidumbre.
Argentina y Brasil: impacto cruzado
Sánchez también evaluó los efectos del contexto regional: “Si Argentina crece 5% o más, sería una excelente noticia para Uruguay. Vamos a exportar mucho más”. En cuanto a Brasil, señaló que el país vecino “ha demostrado ser más flexible en su política monetaria, lo que le permite sostener una tasa de crecimiento razonable”.
Aunque el crecimiento de Brasil sería menor que el de Argentina, podría estar en línea con el de Uruguay, lo cual, según el economista, no es negativo, considerando el escenario global. “La guerra comercial y la baja de expectativas de crecimiento mundial nos afectan a todos”, indicó.
Inversión en infraestructura y señales fiscales
Una de las principales apuestas del nuevo gobierno uruguayo es la inversión pública. “Hay miles de millones de dólares presupuestados en infraestructura para este quinquenio”, remarcó Sánchez. A pesar del recorte en las proyecciones, esto representa una señal fuerte de dinamismo.
En cuanto a la política fiscal, aseguró: “Se van a mantener las exoneraciones, pero con foco en medianas y pequeñas empresas. Es redimensionar, no eliminar incentivos”. No se prevé un aumento de impuestos, pero sí una readecuación del sistema tributario y del régimen de zonas francas.
Competitividad e inflación: el verdadero desafío
Sánchez cuestionó que el único objetivo del Banco Central sea bajar la inflación. “Yo creo que debería preocuparse más por la competitividad y por su papel como regulador”, señaló. Aunque reconoció que Argentina enfrenta un escenario inflacionario más agudo, advirtió que Uruguay también debe prepararse para el impacto de la desinflación en su tipo de cambio real.
“Bajar la inflación también puede implicar pérdida de competitividad y aumento del costo país”, dijo. En ese sentido, pidió un enfoque más integral desde la política monetaria, que contemple los desafíos de largo plazo más allá de la estabilidad de precios.
Readecuación tributaria sin subas de impuestos
Sobre el futuro impositivo, Sánchez fue claro: “No se van a aumentar impuestos”. El nuevo ministro de Economía, aunque proviene del Frente Amplio, partido de centroizquierda, tiene un perfil ortodoxo. “Se quiere revisar el sistema de exoneraciones, pero no para eliminarlo, sino para orientarlo más hacia inversiones medianas y pequeñas”, precisó.
Para finalizar, Sánchez añadió: “Se seguirá apoyando a las zonas francas y a grandes empresas como UPM, pero de forma más equilibrada”.