La reciente medida del Gobierno, que habilita la importación de maquinaria agrícola usada, generó repercusiones negativas en la industria nacional y se vio como un retroceso en la incorporación de nueva tecnología. En este contexto, este medio se comunicó con Carlos Palmieri, vicepresidente de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros Equipamientos Agrícolas e Industriales (Afat).
En cuanto a la habilitación de importación de maquinaria agrícola usada, Carlos Palmieri opinó: “Nosotros, desde la asociación y desde cada una de las empresas que conforman la asociación, no la compartimos”. Si bien reconoció que el a productos más baratos puede parecer atractivo, señaló que, “no es simplemente tener a un mercado donde los productos son un poco más baratos, sino que hay un montón de otras características, desde lo tecnológico, desde la parte de seguridad y demás”.
Es prácticamente imposible eliminar el 100% del riesgo que implica importar maquinaria agrícola usada
Uno de los mayores temores es el riesgo sanitario que implica el ingreso de maquinaria usada sin los controles adecuados. “Obviamente, con controles exhaustivos que dudamos se terminen haciendo, se puede bajar el riesgo, pero nunca eliminar. La eliminación del riesgo 100% es prácticamente imposible”, advirtió.
Además, Palmieri remarcó que el retroceso en términos de innovación tecnológica será grave: “Estamos proveyendo tecnologías y hace años que estamos pregonando en el mercado que lo que falta en Argentina para producir más es la incorporación de nuevas tecnologías y acá lo que estamos haciendo es hacer un paso para atrás”.
El impacto también involucraría la calidad del servicio
También explicó que el impacto no es solo productivo, sino que compromete la calidad del servicio: “Uno no sólo provee tecnología, sino que provee un servicio, provee una capacidad”.
En cuanto a productividad, el vicepresidente de Afat ejemplificó: “Una cosechadora nueva produce un 25% más que una cosechadora de hace 10 o 12 años. Porque tira menos, rompe menos, cosecha más rápido, es más económica, ambientalmente es más sana y así todos los productos que están en el mercado hoy de última tecnología”.
Aunque reconoció que la eliminación de algunos impuestos puede colaborar con la industria, señaló que el problema es más profundo: “Mínimo porque lo que está impactando, ayuda obviamente, ayuda pero no resuelve”.
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