Axel Boerr, presidente de la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados (CAPBA), en diálogo con Canal E, advirtió sobre los obstáculos estructurales que enfrenta el desarrollo del mercado de biocombustibles en Argentina, a pesar de contar con ventajas competitivas únicas a nivel global.
Axel Boerr señaló que la descarbonización del transporte marítimo representa una gran oportunidad para el país, pero que está siendo desaprovechada: “Todo esto tiene que ver con una demanda generada en normas que son externas a la Argentina. Esas normas requieren que los buques vayan descarbonizando sus operaciones. La mejor forma de descarbonizar esas operaciones es con biocombustibles”.
Qué se exige a los biocombustibles
Sin embargo, explicó que los estándares internacionales exigen que los combustibles sean de segunda generación: “La norma por el porcentaje de ahorro que requiere implica que los biocombustibles sean biocombustibles avanzados o de segunda generación, que son los que se hacen a partir de residuos”.
En este sentido, Boerr advirtió: “Vos no podrías hacer biodiesel a partir de aceite de soja, como se hace normalmente, sino que lo tendrías que hacer a partir de aceite vegetal usado u otros residuos”.
Incumplimiento de la ley de biocombustibles
Según desarrolló, el gran impedimento para el desarrollo del sector es la falta de cumplimiento de la normativa vigente. “Hoy hay una ley de biocombustibles en la Argentina que se incumple en un intento, supongo, por controlar el precio del surtidor”, denunció.
“La Secretaría de Energía no está cumpliendo con la fórmula de precio. De hecho, justo hoy a la madrugada publicaron el precio de este mes, que son $1.276 por tonelada, y debería ser 1.313 más o menos”, detalló el entrevistado. Esta diferencia, aunque menor, afecta la inversión: “Mientras estas cuestiones no estén zanjadas y haya seguridad jurídica y previsibilidad, no va a haber inversiones”.
Sobre el nuevo segmento de biocombustibles para el sector naval, comentó: “No hay un precio regulado, es un precio libre”. Luego, explicó que los armadores priorizan el ahorro de emisiones, no el volumen: “Vos, si sos el operador del barco, estás dispuesto a pagar más caro un combustible que ahorra más”.