En diálogo con Canal E, el economista Julio Gambina analizó la estrategia del Gobierno para activar el consumo interno con dólares no declarados y consideró que se trata de una medida “de campaña” con escaso efecto distributivo.
Una economía con dólares guardados
Según datos oficiales del INDEC, Argentina tiene 271.000 millones de dólares fuera del sistema financiero. “Muchos dicen que esa cifra está infravalorada, podrían ser 300.000 o más”, explicóel economista. Esa masa de dólares en cajas de seguridad, en el colchón o en el exterior es el blanco del nuevo plan oficial: incentivar su uso para consumo interno.
“El gobierno quiere que los que tienen dólares los gasten”, sostuvo. Las opciones incluyen desde la compra de autos o inmuebles hasta electrodomésticos. “Lo que buscan es dinamizar el consumo en un año electoral”, aseguró.
¿Quién va a consumir?
Para Gambina, esta medida no está dirigida a los sectores populares. “¿Quién tiene 30.000 o 40.000 dólares para comprarse un auto? No los pobres de la Argentina”, disparó. “Se quiere activar el consumo de los que ya tienen dinero guardado como parte de un paquete más grande”, agregó.
El plan, según el economista, es lograr que la economía “muestre crecimiento” de cara a las elecciones de octubre. “Con el dato macroeconómico hacés política”, sentenció.
Un blanqueo encubierto
Gambina recordó que en el último blanqueo se exteriorizaron apenas 21.000 millones de dólares, una fracción mínima del total estimado. “Ahora quieren repetir ese mecanismo con otro formato, una fórmula muy especial que todavía no se conoce”, advirtió.
“El Fondo Monetario quiere que esos dólares se inviertan. El gobierno busca que se consuman”, señaló. Esta diferencia de objetivos evidencia una tensión entre lo deseado por los organismos internacionales y la urgencia local por mostrar resultados inmediatos.
Inversión: el gran ausente
“La inversión todavía no viene porque el cepo se levantó parcialmente”, dijo Gambina. Según él, las grandes inversiones no se activan aún porque el contexto económico y político no ofrece seguridad. Por eso, el oficialismo recurre al consumo como única variable movilizadora.
“El gobierno no puede activar por el lado de las inversiones, entonces va por el consumo”, explicó. Pero aclaró que esto no generará un efecto expansivo real: “¿Vas a poner en movimiento 270.000 millones de dólares? No”.
Desregulación y origen dudoso
Gambina fue contundente al analizar la lógica detrás de la medida. “No importa el origen de los dólares: narcotráfico, trata de personas, delito. Lo que importa es que se gasten”, afirmó. Para él, se trata de una manifestación de la filosofía de desregulación total que impulsa Javier Milei.
“Esto solo puede hacerlo un gobierno que levanta la bandera de la desregulación, como Caputo o Sturzenegger. Es la orden de Milei”, denunció. Y añadió: “El presidente abona teóricamente esa lógica liberalizadora al máximo”.
Un crecimiento con pies de barro
Aunque el Gobierno celebra un crecimiento económico del 5,7% según el Estimador Mensual de Actividad Económica, Gambina advirtió que ese dato “no refleja la realidad de la gente”. “Creció el sector bancario, las billeteras virtuales. No crecen la construcción ni la industria”, explicó.
“El dato sirve para mostrar que la economía crece, pero no impacta en la vida de los sectores populares. Con jubilados en la lona y desfinanciamiento del gasto social, lo que crece es la especulación”, finalizó.