En medio del debate por incentivar la inversión privada, el economista Damián Di Pace habló con Canal E y planteó dudas y advertencias sobre la legalidad, eficacia y equidad de liberar los dólares guardados fuera del sistema.
Los dólares “en el colchón”: una herencia del ahorro forzoso
“Durante 14 años, el gobierno sostuvo un sistema de ahorro forzoso”, afirmó Di Pace, y explicó que esa política derivó en una fuerte dolarización informal de la sociedad. “Los argentinos, al no poder ahorrar en pesos por la pérdida de valor adquisitivo, se volcaron al dólar o a bienes”, indicó.
Esta conducta, marcada por la desconfianza en la moneda local y en la estabilidad macroeconómica, fue transversal: “Clase media y clase media alta fueron al dólar; los sectores más populares, a bienes”. La imposibilidad de acceder libremente al mercado cambiario empujó el surgimiento de un mercado paralelo que hoy guarda “muchos más dólares de lo que dice el Banco Central”.
¿Se puede incentivar la inversión sin blanqueo?
Para Di Pace, reactivar esos fondos no declarados es posible, pero las reglas deben ser claras. “Una opción es extender el blanqueo anterior; otra es permitir el uso sin preguntar origen. Pero ahí surgen los riesgos”, adviertió. La desconfianza, incluso entre quienes ya blanquearon, es alta: “Yo pagué el 5, 10 o 15% para blanquear. ¿Qué pasa si ahora cualquiera puede usar dólares sin penalización?”.
Este dilema se agrava por la falta de protección jurídica: “¿Qué garantía tengo como agente económico de que no me cambien las reglas a futuro y terminen cuestionando mis inversiones?”. La volatilidad legal argentina desalienta la conversión de dólares en inversión real, pese a los beneficios anunciados.
El problema estructural: informalidad y presión fiscal
El economista apuntó al centro del asunto: “No solucionás el problema de fondo si no atacás por qué hay tantos dólares fuera del sistema. Una, porque no creen en el peso. Y dos, porque la presión tributaria es feroz”. Di Pace señaló que la informalidad no es exclusivamente ilegal, sino muchas veces inevitable: “Las pymes también tienen dólares afuera porque no pueden soportar la carga fiscal”.
El sistema debe permitir que esas divisas ingresen al circuito productivo con incentivos claros. “Sos pyme, ¿querés pagar deuda con ARCA? Págala con tus dólares”, sugirió. Pero advierte que estas medidas requieren aval parlamentario: “No puede ser que ARCA no se entere”.
¿El retorno del CEDIN?
El antecedente más cercano fue el CEDIN, un bono que permitía comprar propiedades. Para Di Pace, “el CEDIN fue un fracaso absoluto” por la especulación que generó y porque “terminó usándose hasta por cárteles mexicanos”. Hoy, planteó, el contexto puede empeorar: “Imaginate que no haya control de dónde vienen los dólares”.
Este tipo de medidas, dice, solo funcionarán si se diferencia al “tipo con 70 mil dólares que ahorró forzadamente del que viene con 20 palos del narcotráfico”. Para evitar filtraciones, propone una medida intermedia: “¿Qué pasa si creo una ‘factura D’? Vas, comprás un auto, pagás con dólares, y se genera una factura de blanqueo. Así lo registra la concesionaria y ARCA”.
¿Inversión o desigualdad?
“Si el tipo con 70 lucas pone un kiosquito, dinamiza la economía”, afirmó. Pero agregó una inquietud clave: “¿Va a poner la plata o no? El argentino tiene tres dudas: el próximo gobierno me cambia las reglas, me revientan los ahorros o no le vendo a nadie porque la gente no tiene plata”.
Además, surgió una cuestión de equidad: “¿Y el que ya pagó impuestos? ¿Y el que gana en pesos y no puede ahorrar?”. Según Di Pace, estas políticas solo tienen sentido si están reguladas y diferencian ahorro forzoso de dinero ilícito: “Estamos hablando de los dólares del colchón, no de los dólares de las Islas Caimán”.
¿El precio de la propiedad se disparará?
El economista anticipó que un flujo de dólares podría recalentar ciertos mercados. “Hoy el metro cuadrado está por debajo del costo de construcción. Si hay presión de la demanda, los precios van a subir, sin dudas”. Sin embargo, sostiene que aún existe una ventana: “Hoy todavía hay propiedades un 30% debajo de su valor potencial”.
Para finalizar, Di Pace reconoció el potencial de la medida, pero pone condiciones: “Me parece bien que se incentive el uso de esos dólares. Ahora, quiero saber cómo. Necesito garantías. Porque si no, el tipo no los pone. Y si no los pone, no dinamizás nada”.