"Si en la Cámara de Diputados, que tiene un filtro mucho más hostil para la oposición, se pudo obtener media sanción, en el Senado, donde casi la mitad de sus integrantes pertenecen a Unión por la Patria, se aprobaría más fácilmente", explicó Julián D’Imperio en "Desde el canil" al momento de analizar el destino que les aguarda en la Cámara Alta a los proyectos legislativos sobre un bono, la recomposición de haberes y la restitución de la moratoria previsional, que serán tratados en una fecha aún a confirmar.
Frente al panorama adverso, al oficialismo solo le resta dilatar el debate, por lo que "evitará que el Senado funcione", apuntó D’Imperio. "Eso sería un favor de parte de la presidenta de la Cámara Alta, Victoria Villarruel. ¿Por qué estaría dispuesta a jugar a la par del presidente?, preguntó el periodista Ezequiel Orlando, aludiendo a que entre la vicepresidenta de la Nación y Javier Milei existe una mala relación. D’Imperio relató el protagonismo que, con ese telón de fondo, tendrían las comisiones donde se traten los proyectos.
El periodista agregó que el Gobierno recurrirá a esa táctica para no verse en la obligación de proceder con el veto presidencial y tener que pagar el costo político que supondría. "Mejor 'dormir' los temas, que las comisiones no los traten y que en todo caso la oposición le pida a Villarruel una sesión especial", sintetizó.
Luego apuntó a dos comisiones clave: la de Presupuesto, encabezada por el senador Ezequiel Atauche, y la de Previsión Social, en manos de una legisladora cercana a Patricia Bullrich. Ambas responderían a la orden de congelar las iniciativas que buscan mejorar la situación de los jubilados y de quienes no cuentan con la cantidad mínima de 30 años de aportes para jubilarse. “Dormir los temas”, como lo definió D’Imperio.
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El verdadero resguardo, explicó, está en evitar que los proyectos lleguen al recinto. Porque si obtienen dictamen, se votaría por mayoría simple. En cambio, sin dictamen, solo podrían tratarse con dos tercios de los senadores presentes. “Y eso es casi imposible”, sentenció. Para D’Imperio, el Gobierno quiere que los proyectos “mueran en el escritorio, no en un veto presidencial”. Dejarlos inactivos en comisión sería, en sus palabras, “el modo menos costoso de evitar un desgaste ante un tema socialmente sensible”.
LB / FPT