EL EDITORIAL DE JORGE FONTEVECCHIA

Día 538: Antifeminismo de Estado a 10 años de “Ni Una Menos” p186b

A diez años del resurgimiento de un movimiento feminista masivo, tenemos un gobierno declaradamente antifeminista. ¿Qué pasó para que avanzaran estas ideas de ultraderecha? 1p56a

10 años de Ni Una Menos Foto: Gentileza

Cada 26 horas una mujer es asesinada en Argentina solo por el hecho de ser mujer. Se acaban de cumplir 10 años del surgimiento del movimiento Ni una Menos surgió para desnaturalizar esta realidad y exigir soluciones. 

Luego de esta movilización, vinieron otras y surgió un movimiento feminista masivo que se reprodujo en todo el mundo. El feminismo es el movimiento social más importante del siglo XXI. ¿Qué sucedió para que terminen avanzando fuerzas políticas que en todo el mundo se declaran antifeministas

¿Qué cambió y qué sigue igual desde aquel 3 de junio del 2015? El gobierno de Javier Milei se presenta como antifeminista. Esto hace que la situación de las mujeres empeore o es simplemente parte de una estrategia de marketing político

En un fragmento del discurso que se leyó en la primera manifestación de “Ni Una Menos” en 2015, la actriz Érica Rivas dijo: “Sabemos que tenemos que decir basta”. 

“Necesitamos sumar compromisos para cambiar una cultura que tiende a pensar a la mujer, a nosotras, como objetos de consumo y descarte y no como personas autónomas”, agregaba el manifiesto.

Ahora repasemos lo que dijo Javier Milei en Davos sobre este tema, diez años después: “El feminismo radical es una distorsión del concepto de igualdad, y aún en su versión más beveola es redundante ya que la igualdad ante la ley ya existe en occidente. Todo lo demás es búsqueda de privilegios.”

"Normalizamos que, si uno mata a la mujer, se llame femicidio y eso conlleva una pena mayor que si uno mata a una mujer, solo por el sexo de la víctima, legalizado de hecho que la vida de una mujer vale más que la de un hombre”, agregó el mandatario. 

La figura de femicidio refiere justamente al asesinato de una mujer por no tolerar su igualdad frente al hombre. Está claro que no todos los asesinatos de las mujeres son por esa causa. 

Pero así cómo hay asesinatos raciales en muchos países por considerar que una persona por su color de piel, tiene características negativas, también hay asesinatos por el simple hecho de ser mujer. Por eso, tiene una pena mayor, porque es una idea presente en la sociedad que se busca erradicar. 

Un ejemplo claro es del apartheid en Sudáfrica, donde para erradicar una situación anómala se coloca durante cierto tiempo una pena mayor para tratar de equilibrar una situación. No es porque sea distinto una mujer de un hombre.

En mi programa, Periodismo Puro, le hice una entrevista a la autora feminista Verónica Gago y concluyó que ahora hay un antifeminismo de Estado

“Esto va más allá de las opiniones personales del presidente. Lo podemos identificar en una decisión programática de suspender políticas que tenían que ver con cuestiones de género, de cuidado de infancias, vejeces”, señaló la politóloga. 

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Y agregó: “Pero también tiene que ver con el financiamiento público de una comunicación oficial presidencial que llama a la violencia contra las mujeres, las lesbianas, las personas travestis, contra las personas trans.”

Esto es muy interesante, partiendo de la profundidad y potencia del feminismo argentino. Es decir, es como si al surgimiento de uno de los feminismos más masivos del mundo le hubiera salido como reacción uno de los gobiernos más antifeministas del mundo. 

Sobre la potencia del feminismo argentino opinó la teórica estadounidense Judith Butler en una entrevista que le realicé en Periodismo Puro. 

“El movimiento feminista en Argentina está entre los movimientos más progresistas y prometedores del mundo en este momento”, afirmó en 2022.

Y remarcó: “Ese movimiento ha luchado por el derecho al aborto, se lucha contra la violencia hacia las mujeres, ha luchado por la igualdad económica y social, pero también se lucha por la libertad y el deseo de vivir de manera libre y abierta.”

Por otro lado, el feminismo también tuvo un fuerte impacto en instituciones que anteriormente le eran ajenas y hasta opuestas. El Papa Francisco, cuando era arzobispo de Buenos Aires tenía posiciones más bien conservadoras respecto de las cuestiones de género. 

Sin embargo, como lo señalamos en reiteradas columnas, finalmente el Papa abrió las puertas de la iglesia al colectivo LGBT y reivindicó fuertemente el rol de la mujer en la sociedad. 

Es muy probable que la influencia de “Ni Una Menos” sobre los obispos y cardenales en la Argentina haya irradiado y llegado hasta el Vaticano en ese cambio de perspectiva que tuvo durante el papado de Francisco, diferente a la que tuvo antes de “Ni Una Menos” cuando era cardenal. 

Lógicamente esta batalla cultural entre el feminismo y los nuevos populismos de derecha son una realidad mundial, no solo argentina. 

En su discurso de asunción, Donald Trump dijo: “Forjaremos una sociedad sin prejuicios de color y meritocracia. Desde hoy será política oficial del gobierno de los  Estados Unidos que sólo existen dos géneros, masculino y femenino.”

Ahora, siendo que el movimiento feminista es el mayor movimiento social del siglo XXI y el movimiento feminista argentino en particular, es el más masivo: ¿Cómo pudo suceder que se encumbraran en el poder partidos antifeministas

Bueno, tal vez, el problema fue la distinción que hicimos al principio. En el caso, por ejemplo, de Sudáfrica donde, posteriormente al apartheid, la pena por matar a una persona de color era mayor que en el caso de una persona blanca, tenía que ver con que el planteo de Mandela era justicia y no revancha.

Tal vez el problema fue verlo como una cuestión social y no una cuestión política. Tal vez el problema fue tomar como enemigos a los hombres en particular y no al patriarcado o a la derecha. 

Sobre esto, la periodista Julia Mengolini consideró que el problema fue “dejar afuera a los pibes”. “No es por las conquistas, por el aborto, ni siquiera por los errores”, señaló en Futurock. 

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Y precisó: “Los dejamos afuera de una fiesta, de una identidad, de algo que te hacía formar parte de algo, que te daba formación política, un horizonte político, una idea de mundo que era más justo, más igualitario”. 

Haciendo un paralelismo con otro momento histórico, la Alemania de fines del siglo XIX y principios del siglo XX tenía el movimiento socialista más importante del mundo.

La socialdemocracia alemana con más de un millón de militantes, 90 diarios, dirigía la mayoría de los sindicatos del país y sus dirigentes eran figuras reconocidas popularmente. Sin embargo, al no poder concretar sus reformas y su visión de país, surgió exactamente lo opuesto: el nazismo. 

Probablemente, al feminismo le haya sucedido algo similar. Un movimiento internacional, masivo y transformador, no pudo terminar de lograr políticas públicas que transformaran la vida de la mayoría de la sociedad y luego la reacción se expresó con toda su fuerza. 

En Argentina, hubo una novedad: la creación del Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad. Probablemente porque sólo duró un período presidencial o tal vez por otras razones, pero su actividad tuvo poco impacto en las políticas públicas. ¿Quién recuerda las políticas de este ministerio? Esto hizo que cuando el gobierno de Javier Milei lo cerró, la sociedad no lo haya defendido y hasta haya acompañado el cierre. 

Por otro lado, en 2020, el feminismo logró conquistar la interrupción voluntaria del embarazo. En 2023, ganó Milei, un declarado enemigo de este derecho. Evidentemente hay un sector de la sociedad que se quedó muy por fuera de las ideas que el feminismo defiende.

En una entrevista que le hice, la jurista italiana Marta Cartabia, se refirió a la compleja relación entre las leyes y el cambio cultural en temáticas de género. 

“Si una ley no es acompañada de un cambio cultural, no puede resolver los problemas”, señaló en 2024. Y remarcó que en Italia hay muy buenas leyes en esta materia y sin embargo los femicidios no se detienen. 

Nada de todo esto que estamos diciendo significa que el feminismo haya terminado como movimiento. Sigue protagonizando inmensas movilizaciones que vuelven a poner el tapete debates que se terminan instalando en la sociedad. 

En febrero, tras los dichos homofóbicos del Presidente, el feminismo y el colectivo LGBT protagonizaron la marcha antifascista, una de las movliizaciones más importantes contra el gobierno libertario. 

Para recordar y reivindicar la realidad que mostró el “Ni Una Menos” nos vamos con este tema de Chocolate Remix llamado justamente Ni una Menos. 

 

MC/ff